También la existencia de una nómina paralela, dice el senador Álvaro Ashton.

La gestión del director de Cormagdalena, Augusto García Rodríguez, fue cuestionada por el senador Álvaro Ashton, quien realizó este miércoles un segundo debate contra el funcionario en el Congreso de la República.

Para Ashton, García ha cometido serios errores en su administración. La primera es que la Contraloría General de la República, en los períodos 2011 y 2012 no le dio fenecimiento a las cuentas del balance y por lo tanto dio concepto desfavorable a la gestión de Cormagdalena durante esos dos años. Además, el organismo estableció que no se ejecutaron los 28 mil millones de pesos que estaba en reserva presupuestal. Solo cinco entidades del Estado no cumplieron con ese requisito, entre ellas Cormagdalena.

Otro supuesto error es la existencia de una nómina paralela en la entidad. Adicional a la plata de personal de 46 funcionarios, hay 48 contratistas, desarrollando labores misionales. “Eso significa que hay una nómina paralela, que afecta el presupuesto de inversiones porque los recursos se destinan a gastos de funcionamiento”, dijo Ashton.

De igual forma el congresista señaló que hay aspectos del proyecto de navegabilidad cuestionables ya que no se acogieron las recomendaciones del Cuerpo de Ingenieros de los Estados Unidos que planteó una anchura del río Magdalena de 150 metros.

En el debate, al que no asistió Augusto García, intervinieron los voceros de las agremiaciones especializadas sobre el tema como la Sociedad Colombiana de Ingenieros.

El presidente de la Comisión de Recursos Hídricos de esta sociedad, Jaime Iván Ordóñez, calificó el proyecto de navegabilidad como improvisado y poco rentable.

“No hay seguridad de que las obras a realizar desde Puerto Salgar hasta Barrancabermeja, funcionen adecuadamente ni han  sido probadas. Se trata de unos diques de piedra sumergidos. El informe de Cormagdalena señalan que las obras son basadas en unos estudios con base en unas situaciones científicas realizadas para otros ríos de Estados Unidos que no se parecen en nada al río Magdalena. Además, aún si funcionaran, las obras van a ser un peligro muy grande para la navegación porque el río es muy sinuoso y más difícil de manejar. El riesgo de un accidente que produzca el derrame del carbón o el petróleo   es alto”, dijo Ordoñez.

Otro cuestionamiento que hace el ingeniero es que no hay diseños para la parte baja del río Magdalena. “La entidad está diciendo que eso no es un dragado capital sino de mantenimiento y eso no es cierto. Cormagdalena no tiene dragas a lo largo de los 650 kilómetros. Hay riesgos de que el proyecto fracase porque es improvisado ya que la entidad arma los proyectos basados en estudios antiguos. No se hicieron lo estudios para este proyecto sino que se basa en otros elaborados con una metodología diferente y que no están actualizados”, anotó Ordoñez.