La colombiana Claudia Marcela Pineda, de 37 años, y su hija María José, de 10; murieron de sed e inanición cuando trataban de cruzar el desierto de Yuma, en el estado de Arizona, frontera con México, para ingresar ilegalmente a Estados Unidos.

Cristian, de 3 años, también hijo de la mujer, sobrevivió a la tragedia, reportaron fuentes del Centro de Control de Coordinación e Inteligencia de Sonora, México, que conocieron el caso.

La investigación inicial señala que la colombiana y sus hijos fueron abandonadas a su suerte por los llamados ‘coyotes’, personas que cobran altas cifras de dinero en dólares para guiar a ilegales a pasar la frontera hacia el gran país del norte.

Claudia Marcela tenía previsto reunirse con su cónyuge, Hugo Pinzón, quien reside hace varios años en Estados Unidos, e ingresó al país por la misma ruta.

El hombre les solicitó ayuda humanitaria a las autoridades colombianas para repatriar el cuerpo de su mujer y su hija.

El niño de 3 años que logró sobrevivir fue trasladado a un centro asistencial del estado de Arizona, donde se recupera.

La cadena Telemundo reveló un audio en el que Claudia Marcela se comunica con la línea 911, que atiende emergencias en Estados Unidos.

-“Por favor, ayúdenme”. Alcanzó a decir la mujer.

 -“¿Cuántas personas están con usted?”. Le responde un oficial.

-"Dos niños. Por favor, ayúdenme que me voy a desmayar". Vuelve a decir Claudia Marcela.

En el fondo se escucha la voz de María José, la niña de 10 años, quien le dice a su madre que tiene mucha hambre.

El oficial le insiste que si tiene WhatsApp, la mujer responde que sí y en el otro lado del teléfono afirman: "Le acabo de enviar un mensaje". 

En ese momento la conversación se interrumpió, al parecer la colombiana se quedó sin señal, o se le acabó la batería del celular.

Rato después la patrulla fronteriza que había sido alertada, halló la dramática escena de la mujer y su hija muertas, y el niño de 3 años acompañando los cuerpos.

De acuerdo con las autoridades norteamericanas, hasta agosto del año pasado unos mil inmigrantes ilegales fueron rescatados por los guardas fronterizos en condiciones precarias de salud cuando trataban de cruzar la frontera.