Testigos de Jehová fueron torturados con electrochoque en Rusia, denuncia un diario
En abril de 2017, el Tribunal Supremo de Rusia prohibió las actividades de los Testigos de Jehová.
Varios seguidores de los Testigos de Jehová, organización calificada como extremista y prohibida en el territorio de Rusia, fueron torturados con el uso de pistolas electrochoque y métodos de ahogamiento simulado por funcionarios de seguridad rusos tras una ola de registros en sus domicilios, informó hoy la prensa.
Las diligencias policiales tuvieron lugar en febrero y afectaron a 22 familias de la localidad siberiana de Surgut sospechosas de profesar el culto prohibido, indicó el periódico opositor ruso "Novaya gazeta".
Posteriormente, los "testigos" fueron trasladados a las oficinas del Comité de Instrucción local, donde algunos quedaron sometidos a torturas después de ser interrogados, asegura el rotativo, que publica los testimonios de diez creyentes.
La puerta de la casa de Timoféi Zhukov los agentes comenzaron a aporrearla a las 06.15 de la mañana.
"Yo y mi esposa nos despertamos y nos abrazamos en la oscuridad, porque nos daba miedo acercarnos a la puerta. No dijeron que eran de la policía. No sé por qué decidieron no echarla abajo (...) y entraron por la ventana. Escuchamos el sonido de cristales rotos y nos escondimos en el baño", recuerda Zhukov.
Luego vino el registro, que duró tres horas, mientras Zhukov permanecía esposado.
"Me pusieron de cara a la pared y alguien me empujó por la espalda de tal forma que me di un golpe fuerte y dejé una mancha de sangre en la pared", señala el "testigo".
A su vez, el registro en el domicilio de Ígor Tofinov, según su testimonio, duró "más de cinco horas".
"Tuvieron que pararlo durante unos veinte minutos porque tuve una subida de la presión arterial, se me adormeció la lengua y tuvieron que llamarme una ambulancia", rememora, y agrega que una vez concluido el registro fue llevado a un interrogatorio.
Mientras, Leonid Rísikov recuerda que lo que más interesaba a los investigadores era "la financiación y la jerarquía" de los Testigos de Jehová.
"Solo les interesaba la financiación, la jerarquía y si soy el cabeza" de la filial de Surgut, agregó Rísikov, quien reconoció que sí llegó a estar al cargo de la oficina local de la organización antes de su disolución.
Por su parte, Serguéi Volosnikov fue uno de los "testigos" que denunciaron torturas durante el interrogatorio en los órganos de seguridad.
"Me echaron al suelo, me ataron los pies y las manos con cinta adhesiva y me colocaron en la cabeza una bolsa que no me dejaba respirar", declaró al periódico ruso.
Recuerda que a eso le siguieron unas descargas eléctricas en los muslos con pistola de electrochoque, que hicieron que comenzara a "declarar".
"Empecé a decir lo que ellos querían escuchar, dar nombres, apellidos y responder a demás preguntas", señala.
Según "Novaya gazeta", cinco de "testigos" que sufrieron abusos en Surgut se sometieron posteriormente a una revisión médica para documentar las señales de las torturas.
En abril de 2017, el Tribunal Supremo de Rusia prohibió las actividades de los Testigos de Jehová, al considerarlos una organización extremista, y ordenó la incautación de todas sus propiedades y la disolución de sus 395 filiales en todo el país.
Los Testigos de Jehová, que consideran que las acusaciones de la Justicia rusa son falsas, gratuitas y calumniosas, mostraron su rechazo a la decisión del Supremo y adelantaron que recurrirán ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
En su momento, el portavoz de los Testigos de Jehová en Rusia, Iván Belenko, denunció en declaraciones a Efe que la decisión de las autoridades rusas privará de su derecho a la libertad de culto a los 175.000 seguidores que tiene esa comunidad en este país.
EFE