Casey García, mujer de ascendencia latina que vive en Estados Unidos, quiso demostrar por intermedio de un experimento social la inseguridad a que están expuestos los jóvenes en las escuelas y las brechas de seguridad en los centros estudiantiles. 

Por eso, aprovechando su gran parecido con su hija San Elizario, especialmente en sus ojos verdes, decidió tomar prestada la ropa de su hija y ver si era posible pasar el día en la escuela sin que nadie se diera cuenta.

La mujer dejó a su hija en casa y salió, para su sorpresa y como lo registró en video, nadie en todo el día siquiera lo notó, especialmente las autoridades y cuerpo de seguridad del colegio. 

La mujer paseó por los baños, el comedor, las aulas y otros espacios de la escuela. 

No fue hasta que la mujer lo publicó en Youtube que los demás padres la denunciaron, que la Policía corrió a su domicilio días después para detenerla por cargos de allanamiento de morada y manipulación de registros gubernamentales. Tras pagar una fianza de 7 mil dólares, la mujer quedó libre.

“Si bien hubo una brecha de seguridad por parte de un individuo que era madre de la escuela, queremos asegurarles de que se están revisando y evaluando nuestras medidas de seguridad”, afirmó la seguridad de la escuela.