Para el opositor Julio Borges, la crisis venezolana es un "problema mundial"
"La situación es tan grave que no podemos encontrar una salida solos", advirtió el expresidente de la Asamblea opositora.
El expresidente del Parlamento venezolano Julio Borges declaró que la crisis que vive su país también es problema de Europa y del resto del mundo, y saludó el apoyo recibido del presidente francés, Emmanuel Macron, con quien se reunió hace dos días en un encuentro criticado por el Gobierno de Venezuela.
En una entrevista publicada hoy por el diario francés "Le Figaro", Borges aseguró que la situación en Venezuela "se ha convertido en un problema mundial que afecta a todas las democracias del mundo".
La razón es que "el régimen" del presidente, Nicolás Maduro, no sólo "tiene vínculos con el narcotráfico, grupos integristas islámicos o guerrillas como las FARC o el ELN en Colombia", sino también con "la financiación de la extrema izquierda en Francia y en España, de los separatistas catalanes".
"La situación es tan grave que no podemos encontrar una salida solos", advirtió el expresidente de la Asamblea opositora, que aprovechó la ocasión para denunciar las condiciones en las que se celebrarán las próximas elecciones presidenciales, previstas para el 20 de mayo.
Borges, que visitó Francia para denunciar estas votaciones, recordó que "los principales partidos de oposición han sido prohibidos" en unos comicios hechos "a medida" para que Maduro salga reelegido.
Macron, que el martes se reunió con el exalcalde metropolitano de Caracas Antonio Ledezma; el coordinador político del partido Voluntad Popular, Carlos Vecchio, y con Borges, dijo entonces que las condiciones de organización de esas votaciones no permiten por el momento un escrutinio "libre y transparente".
Borges señaló que estuvieron "muy contentos" por esa declaración del presidente francés al término de una reunión que no gustó al Gobierno de Maduro, que ayer entregó una nota de protesta al embajador de Francia en Caracas, Romain Nadal.
En ella, el Ejecutivo de Maduro habló de un "inamistoso gesto" de Macron y expresó su preocupación por el apoyo dado a dirigentes de oposición, a los que acusó de ser "grupos extremistas".
Borges insistió en la gravedad de la crisis en su país, donde "el Gobierno se ha convertido en una máquina de control sobre los estómagos y las conciencias", y afirmó que Venezuela es ahora "una tierra de zombies", debido a la falta de acceso a productos básicos o a la inflación.
Además, criticó la influencia de Cuba en Venezuela, y a ese respecto hizo notar que Maduro "no es el heredero de (Hugo) Chávez, sino de Raúl Castro. Fue elegido por La Habana para convertir Venezuela en un país al servicio de Cuba".
EFE