Dedicó su vida a la paz y unión del mundo. Este lunes falleció el Papa Francisco y en sus 12 años de servicio dejó una huella imborrable en la comunidad religiosa a la que siempre invitó “orar por quienes lo necesiten”. 

Desde su elección en Roma, Francisco se caracterizó por ser un defensor de los vulnerables y por marcar la diferencia en temas polémicos como homosexualidad, guerra, conflictos y migraciones.  

En cada encuentro con la comunidad el pontífice siempre dejaba una frase que al final del día resonaba en quienes la escuchaban, una de ellas fue “Si un gay acepta al Señor y tiene buena voluntad, ¿Quién soy yo para juzgarlo?”.  

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El Papa tal y como lo señala la iglesia fue respetado por todo el mundo por su “manera de evangelizar”. Además, “creyó que todos debemos llevar a Cristo en nuestro corazón para ser salvados”. 

Sobre la fe y la esperanza, Francisco destacó frases como “Dios nunca se cansa de perdonarnos; somos nosotros los que nos cansamos de pedir perdón”; “La fe no es una luz que disipa todas nuestras tinieblas, sino una lámpara que guía nuestros pasos en la noche” y “No tengamos miedo de la bondad ni de la ternura”.  

En su visita a Bélgica, ante la situación de injusticia contra los niños, afirmó que “Los abusos a menores son la vergüenza y la humillación de la iglesia”.  

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Otra de las frases que por las que será recordado el pontífice argentino es “Mejor ser ateo que mal cristiano”, refiriéndose a las actitudes de los fieles.  

Sobre la justicia social y el futuro de los jóvenes Jorge Mario Bergoglio dejó claro que “No podemos acostumbrarnos a la pobreza y la miseria que vemos en el mundo”, “El dinero debe servir y no gobernar”, “Los jóvenes son la esperanza del mundo y de la iglesia”, “Educar a un niño es darle la posibilidad de un futuro”.