La CIDH llega a 60 años, anunciando un panorama desafiante para la justicia en América
También en materia de igualdad.
El continente americano presenta un "panorama desafiante" en materia de igualdad y acceso a la justicia pese al esfuerzo que desde hace seis décadas hace la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para combatir la impunidad, afirmó hoy la presidenta de ese organismo, la panameña Esmeralda Arosemena.
Esa reflexión hizo parte del discurso de Arosemena leído en el acto de conmemoración del 60 aniversario de la CIDH en Medellín, ciudad que desde mañana y hasta el viernes acogerá la 49 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA).
"La realidad del continente americano sigue arrojando un panorama desafiante, con extremas desigualdades, problemas serios de acceso a la justicia, discriminación a las mujeres, los pueblos indígenas, los afrodescendientes, los migrantes y a un importante número de la población por su orientación sexual", señaló.
El discurso de Arosemena, que fue nominada a la reelección como comisionada por su país, fue leído por la segunda vicepresidenta de la CIDH, la chilena Antonia Urrejola, debido a que un problema con su vuelo retrasó su llegada a Medellín.
La CIDH, son sede en Washington, es un órgano autónomo de la OEA que se encarga de la promoción y protección de los derechos humanos en el continente americano.
Además de destacar los aciertos en la defensa de los derechos fundamentales y la consolidación de la democracia en el continente, el discurso de Arosemena señaló la creación de la CIDH como una "decisión trascendental" para los países americanos.
Por ello, aprovechó la ocasión para reiterar el llamamiento a los Estados miembros a que hagan la "ratificación" y "adhesión" a todos los instrumentos de derechos humanos.
"Indispensable enfatizar en la importancia de la consolidación y la universalización de los derechos humanos con los Estados miembros y la sociedad civil", añadió.
Urrejola, por su parte, destacó su participación en el panel de conmemoración del aniversario, que consideró "muy significativo" en lo personal por el hecho de haber nacido en Chile, donde en 1959 fue creada la CIDH.
Para el ministro de Relaciones Exteriores de Costa Rica, Manuel Ventura Robles, esta conmemoración constituye en una oportunidad para "celebrar" y "aplaudir" la defensa de los derechos humanos que por seis décadas ha emprendido este organismo en América, al tiempo que instó a los Estados miembros a continuar el diálogo con la Comisión.
"La CIDH encarna uno de los más sofisticados sistemas de monitoreo internacional de los Estados, reflejada en la amplia gama de funciones", expresó.
Con ello coincidió el coordinador general de la Red Latinoamericana y del Caribe para la Democracia (RedLad), Enrique Arturo de Obarrio, quien resaltó los "notables aportes" que la CIDH ha realizado en sus 60 años y consideró que se convirtió en "la voz de miles de víctimas de graves violaciones" a los derechos humanos.
El jefe de gabinete del secretario general de la OEA, Gonzalo Koncke, fue contundente para resumir la labor de este organismo al afirmar que desde su creación "ha salvado vidas y continúa haciéndolo", además de ponderar que ha "combatido la impunidad".
En ese sentido se refirió a la crisis de Venezuela y señaló que actualmente "los venezolanos necesitan de toda su capacidad más que nunca porque la situación se agrava".
Entretanto, el canciller colombiano, Carlos Holmes Trujillo, manifestó que la celebración del aniversario de la CIDH es una ocasión propicia para reiterar el "firme compromiso" del Gobierno del presidente Iván Duque, con "la defensa y promoción de los derechos humanos y con la paz con legalidad".
Trujillo aprovechó el acto para "condenar con toda vehemencia" cualquier ataque o agresión a líderes sociales y de defensores de derechos humanos.
El Gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC firmaron el 24 de noviembre de 2016 el acuerdo de paz para poner fin a más de medio siglo de conflicto armado interno pero su implementación ha encontrado múltiples obstáculos entre ellos el asesinato desde entonces de 134 excombatientes y de cerca de 700 líderes sociales, según distintas fuentes.
EFE