En un restaurante a las afueras de Houston, Texas, los comensales que lleven sus armas al establecimiento pueden recibir un descuento del 10% sobre el costo total de lo que consuman.

'Brooks Place', nombre del lugar, es un sitio puramente texano, venden carne y costillas de cerdo por kilo y sus clientes pueden sentarse a comerlas al aire libre. 

"Si vives tu vida como si no existiera Dios, más vale que estés haciendo lo correcto", asegura el dueño del establecimiento, Trent Brooks, quien premia a todos sus clientes que porten publicamente sus pistolas.

Normalmente este tipo de incentivos a llevar armas frente a todo el mundo no serían posibles, sin embargo, desde el 1 de enero de este año entró en vigor una ley estatal en Texas que permite a las personas llevar sus armas a la vista en lugares públicos. Precisamente, ese día el restaurante ofreció un descuento del 25% en las compras de los que llevaran armas, para celebrar.

El dueño del restaurante admite que incluso ha llegado a recibir amenazas por causa de su iniciativa, sin embargo, asegura que "normalmente no son de aquí" y que no se las toma en serio.

Aunque el presidente Barack Obama derramó lagrimas esta semana al referirse a los muertos provocados por tiroteos en Estados Unidos, en este restaurante aseguran que "el Gobierno no tiene por qué interferir" y reivindican la Segunda Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que garantiza el derecho a portar armas.