El emperador de Japón afrontará su abdicación en un discurso en agosto
Los motivos serían su edad y sus problemas de salud.
El emperador de Japón, Akihito, pronunciará un discurso en televisión en agosto en el que abordará su deseo de abdicar en su hijo, Naruhito, debido a su avanzada edad y estado de salud, según informó la cadena de radiotelevisión pública NHK.
El pasado 13 de julio la misma emisora ya adelantó citando fuentes de la Agencia de la Casa Imperial, que Akihito, de 82 años, tiene intención de legar "en los próximos años" el Trono del Crisantemo a su hijo, de 56 años, porque se siente cada vez más cansado.
La fecha prevista para el discurso sería en principio el próximo 8 de agosto, después de la celebración de una sesión extraordinaria de la Dieta (Parlamento) y una remodelación del Gobierno que el primer ministro Shinzo Abe tiene previsto anunciar el día 3, añadió NHK.
La Agencia de la Casa Imperial estaría planeando que el mandatario pronunciara en directo un discurso de unos 10 minutos de duración.
Dado que la Constitución no recoge actualmente provisiones para la sucesión en vida, el emperador evitaría hablar directamente de abdicación y sugeriría su intención al público japonés empleando otras palabras.
El monarca solo se ha dirigido por televisión al pueblo japonés en una ocasión: el 16 de marzo de 2011, con motivo del terremoto y tsunami que devastaron el noreste del país y provocaron el peor accidente nuclear desde Chernóbil en la central de Fukushima.
En aquella ocasión la alocución de Akihito, que calificó la tragedia como la peor que ha golpeado Japón desde la II Guerra Mundial, fue grabada antes de ser emitido.
La salud del emperador de Japón se ha visto debilitada en los últimos años, ya que se sometió a una operación coronaria de "bypass" en 2012 y también sufrió un cáncer de próstata en 2003 tras el que padeció osteoporosis, debido al efecto de la terapia hormonal que se le recetó entonces.
Debido a su edad y a sus problemas de salud, la opinión pública japonesa ha debatido en los últimos años la posibilidad de reducir la carga de trabajo de Akihito, quien ha delegado en su hijo Naruhito algunas de las obligaciones de su agenda.
La Ley de Sucesión en vigor en Japón no contempla el supuesto de la abdicación, por lo que sería necesaria su revisión para especificar que el cargo recaiga en Naruhito tras la renuncia de su padre.
EFE