"Las vidas que se han salvado se podrían perder más adelante de no mediar soluciones, como terapias efectivas o estrategias de salida inteligentes que reduzcan la tasa de mortalidad”, sostiene el científico español Carlos Duarte sobre la etapa que viene después del confinamiento o aislamiento obligatorio preventivo en muchos países.

En un artículo publicado por el Servicio de Información y Noticias Científicas, SINC, escrito por Enrique Sacristán  explica sobre las estimaciones de un análisis realizado por expertos del proyecto internacional Covid Compass, coordinados Duarte desde la Universidad de Ciencia y Tecnología Rey Abdullah (Kaust) en Arabia Saudita. "Todas esas medidas han servido para salvar 7,9 millones de vidas, la mayoría en China", sostienen sobre el distanciamiento social.

"El pasado 23 de enero China cerró la ciudad de Wuhan para evitar la expansión del nuevo coronavirus que estaba acabando con la vida de muchos de sus habitantes. Desde entonces la pandemia se ha expandido por todo el mundo y gobiernos nacionales y regionales se han visto obligados a implementar severas medidas de distanciamiento social para aplanar la curva de contagios", indica la publicación.

Las cifras para otros países son mucho menores, pero también significativas. Los cálculos indican que a mediados de abril el distanciamiento social ya ha evitado la muerte de 73.000 personas en España, 124.000 en Corea del Sur, 155.000 en Italia, 71.000 en Francia, 30.000 en Alemania y otras 30.000 en el Reino Unido.

En el caso de Estados Unidos, las decisiones de sus gobiernos estatales de cerrar escuelas, cancelar eventos públicos y confinar a las personas en sus hogares desde mediados de marzo salvó unas 65.000 vidas. Sin esas directivas, un mes más tarde el número de víctimas en este país rondaría las 100.000.

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