Bolivia reformará autoridad aeronáutica por informe del accidente Chapecoense
En el siniestro que involucró a una empresa aérea boliviana murieron 71 personas.
Bolivia anunció este miércoles que reestructurará su autoridad aeronáutica tras conocer el informe final en Colombia acerca de la tragedia del Chapecoense, en la que murieron 71 personas y que involucró a una empresa aérea boliviana.
En rueda de prensa, el director ejecutivo de la Dirección de Aeronáutica Civil de Bolivia (DGAC), Celier Aparicio Arispe, señaló que dispondrá una "reestructuración", pero evitó dar detalles tras ser consultado sobre el carácter que tendrá ese proceso.
"Son temas internos que los voy a realizar. Una vez que se tiene el informe final vamos a hacer el análisis correspondiente acá, por eso hablé de reestructurar la Dirección de Aeronáutica Civil", señaló sin ofrecer más detalle.
El director de la máxima autoridad aeronáutica boliviana leyó un comunicado en el que consideró "una inadecuada toma de decisiones de la administración de la compañía explotadora de la aeronave", que calificó de inadmisibles al referirse al vuelo de la compañía boliviana Lamia.
Arispe subrayó que la tripulación "mantuvo la fijación de continuar un vuelo con una cantidad de combustible extremadamente limitado", en concordancia con el informe emitido la semana pasada por la Autoridad Aeronáutica Civil de Colombia.
La DGAC boliviana responderá en un plazo de sesenta días las recomendaciones que emergieron del informe colombiano relacionadas enmiendas normativas, optimización de manuales, análisis técnicos sobre cuestiones de seguridad, además de otros procesos de control.
El pasado 27 de abril la Aeronáutica Civil de Colombia (Aerocivil) hizo público un informe en el que se determinó que la cantidad de combustible para cubrir el trayecto entre Santa Cruz (Bolivia) y Rionegro (Colombia) "era insuficiente".
El accidente se produjo el 28 de noviembre de 2016, cuando el avión que transportaba desde Santa Cruz a la delegación del Chapecoense a Medellín (Colombia), donde debía jugar la final de la Copa Sudamericana ante el Atlético Nacional, se estrelló a pocos kilómetros del aeropuerto tras quedarse sin combustible.
En el accidente murieron 71 personas y otras seis resultaron heridas.
El informe final, presentado un año y cinco meses después de la tragedia, señala además que la compañía Lamia planeó este vuelo sin escalas y no cumplió con los requisitos de cantidad mínima de combustible exigidos por las autoridades internacionales.
En los resultados de la investigación, que involucró a autoridades e instituciones de Colombia, Brasil, Bolivia, Estados Unidos y Reino Unido, se explica que la empresa y la tripulación no tomaron la decisión de aterrizar en otro aeropuerto pese a que eran conscientes de que no tenían combustible suficiente para completar el vuelo.
Asimismo, el informe destaca que la compañía boliviana no cumplió con la supervisión requerida al vuelo y la llamada oportuna de prioridad y emergencia cuando se estaba agotando el combustible, lo que generó "una demora en la aproximación del avión a la pista de Rionegro", aeropuerto que sirve a Medellín.
EFE