El número de víctimas mortales en la explosión el jueves de una granada en una estación de autobús en el estado norteño de Jammu y Cachemira aumentó a dos, afirmaron hoy las autoridades, mientras que el supuesto autor del ataque ha sido detenido por la Policía en medio del clima de tensión en la región.

Riyaz, procedente del sur de la Cachemira india, fue una de las 31 personas heridas en el ataque con granada y falleció cuando recibía tratamiento en el hospital, informó a Efe una fuente de la sala de control de la Policía de Jammu, que pidió el anonimato.

La detonación se produjo el jueves por la mañana en Jammu, la capital de invierno de la región, y provocó también la muerte de una persona natural del estado de Uttarakhand (norte).

El supuesto autor del ataque, que se produjo en una región en alerta desde un atentado hace tres semanas que se saldó con 42 policías muertos, fue detenido por la Policía.

Yasir Javed Bhat, un cachemir del distrito de Kulgam, confesó haber lanzado la granada a la estación de autobús, afirmó ayer el inspector general de Policía de Jammu, M.K. Sinha, durante una rueda de prensa.

La asociación de grupos separatistas cachemires Liderazgo Común de Resistencia (JRL) afirmó hoy que "el ataque contra civiles desarmados es un acto que debería ser condenado por todos los seres humanos civilizados".

La condena llega tras una llamada a la huelga de la JRL en la Cachemira india por el registro de un caso contra el prominente líder Yasin Malik, bajo la controvertida Ley de Seguridad Pública (PSA), así como por el arresto de más de 200 activistas políticos.

Una fuente de la Policía, que pidió el anonimato, afirmó a Efe que las autoridades han impuesto restricciones en varias zonas de Srinagar, la capital de verano de la región, y que otro importante líder del JRL, Mirwaiz Umar Farooq, ha sido puesto bajo arresto domiciliario.

Este atentado se produjo en un momento de especial tensión en la región después de que el pasado 14 de febrero murieran 42 policías en un atentado con bomba a un convoy de las fuerzas de seguridad en Cachemira, el peor ataque en la región en tres décadas.

El ataque fue reivindicado por el grupo con base en Pakistán Jaish-e-Mohammed (JeM), lo que desencadenó la semana pasada el supuesto bombardeo indio a uno de sus campamentos en territorio paquistaní, al que Islamabad respondió con una acción similar.

Nueva Delhi siempre ha recriminado a Islamabad que dé apoyo en su territorio a grupos terroristas que atentan en la India y que buscan la independencia o adhesión a Pakistán de la Cachemira india, región por la que han librado dos guerras y varios conflictos menores.

EFE