Al menos 240 personas han muerto en las zonas de Siria donde se aplica el alto el fuego iniciado el pasado 27 de febrero, según informó hoy el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

La ONG destacó que entre esas víctimas mortales hay al menos 80 civiles, de los que 19 eran menores de edad y 18 menores.

Los civiles fallecieron por disparos de francotiradores, bombardeos de aviones de guerra y lanzamiento de cohetes por parte de las fuerzas gubernamentales y facciones armadas de la oposición, además del Frente el Nusra (filial siria de Al Qaeda), en distintas partes del país.

Además, al menos 116 combatientes de grupos rebeldes e islámicos, milicias kurdas y el Frente al Nusra han perdido la vida en este período.

En el bando gubernamental, 44 soldados y milicianos leales al Gobierno de Damasco han muerto desde el comienzo de la tregua.

Por otro lado, durante ese período han fallecido también al menos 663 personas en las áreas en las que no está vigente el cese de las operaciones y donde está presente el grupo terrorista Estado Islámico (EI), excluido de la tregua.

Esas zonas se ubican en las provincias de Al Raqa, Al Hasaka y Deir al Zur, en el noreste; Alepo; en el noroeste; Damasco y su periferia, y Hama y Homs, en el centro.

Este último saldo incluye al menos a 28 personas asesinadas por los extremistas.

El alto el fuego entró en vigor tras un acuerdo alcanzado por EEUU y Rusia, que fue aceptado por el Gobierno sirio y la principal alianza opositora, la Comisión Suprema para las Negociaciones (CSN).

En el acuerdo no están incluidos ni el EI ni el Frente al Nusra, aunque este último grupo suele colaborar con otras organizaciones armadas que están integradas en la CSN.

EFE