Las calles de Barranquilla, la mayoría en el norte, vuelven a ser escenario en esta Navidad de la deprimente imagen de niños explotados para la mendicidad en esta capital.
Cada semáforo concentra niños por montones que, con la complicidad de adultos, asumen los riesgos de la calle en medio de un congestionado mes de diciembre.
Así se puede evidenciar en la intersección de la carrera 46 con la calle 100.
El separador central y las aceras la ocupan más de una decena de niños, mientras mujeres adultas se quedan a la espera.
Un lector de Zona Cero grabó uno de esos instantes e incluso se observa cuando una niña, con una botella plástica y una moneda en su interior, en señal al conductor de que le dé una limosna.