‘Juanfer’ Quintero puso a delirar a la hinchada del Junior en el 'Metro'
Ante unas 45 mil personas, Juan Fernando Quintero saltó a la cancha del estadio Metropolitano Roberto Meléndez, vestido con el uniforme del Junior, en compañía de su familia.
La ovación al mediocampista antioqueño no se hizo esperar. En su rostro se notaba la emoción que lo embargaba al escuchar a los asistentes corear “¡Quintero, Quintero!”.
“Gracias a Dios por este recibimiento. No hay palabras para describir esto. Estoy donde quiero estar. Agradecido con la familia Char y a todas las personas que hicieron parte de esta negociación. Estoy feliz, con la esperanza de que consigamos títulos, ustedes en las tribunas y nosotros en el campo”, dijo ‘Juanfer’ a los aficionados del Junior.
“¡Oye, oe, oe, oe, Juanfer, Juanfer!”, coreó a continuación el público, mientras el jugador antioqueño seguía mirando con asombro.
“Sabemos los jugadores que han pasado y que han llevado está camiseta en Junior. Desde el ‘Papá’, el ‘Pibe’, hasta el ‘Tío’, Giovanni. Para m es un orgullo llevarlo”, manifestó el jugador procedente de River Plate.
“Esperen todo de mí en el campo y ojalá este año podamos celebrar muchos títulos”, concluyó.
Posteriormente bajó de la tarima puesta en el centro del campo y comenzó a mostrar sus cualidades en el dominio de la pelota, ante el delirio del público.
‘Juanfer’ recibió después la camiseta marcada con el número 10 de parte del venezolano Luis ‘Cariaco’ González, quien la portó en los últimos tres años tras la partida de Luis Díaz al fútbol europeo.
Por último, en medio de los cánticos de las barras del Junior, que animan al equipo tiburón en todos los partidos como local, Quintero recorrió cada una de las tribunas del estadio a las cuales les pateó balones.
Juan Fernando Quintero sintió de entrada la devoción de una hinchada que sabe arropar a sus ídolos.
Le entregaron una careta de marimonda con fondo de la canción La Rebuscona. "Que venga el que quiera que aquí los estallamos", afirmó
Un recibimiento que se merece un jugador de sus quilates, que ahora deberá corresponderle en el terreno de juego.