"Exposición de Verano", obras de arte para cada persona

Desde hace dos siglos y medio, la londinense Royal Academy ofrece uno de los más singulares escaparates del arte contemporáneo en el mundo, la llamada Exposición de Verano, en la que obras de todo formato y pelaje inundan las galerías de esa venerable institución. 
 
Sin faltar ni un solo año a su cita, pese a guerras, pandemias y otras desgracias, el evento oscila entre la exposición y la feria, pues los trabajos que exhibe se pueden admirar, pero también adquirir por precios desde apenas unos cientos de libras a decenas de miles. 
 
"Lo grandioso de la Exposición de Verano es que simplemente entras y gravitas hacia las cosas que te gustan. No necesitas saber mucho. A menudo ni siquiera conocerás a los artistas. Pero nada de eso importa, porque de lo que se trata es de que te diga algo, de que te veas reflejado", explicó el director del museo, Axel Rüger. 
 
Los cuadros se abigarran en las paredes de la Royal Academy, al estilo en que se exponían cuando pintores como Turner o Constable la usaban para epatar a la academia y el público en el siglo XIX. 
 
Pueden congregarse hasta cientos de obras en una sola sala. Algunas de ellas están firmadas por grandes estrellas del arte y la arquitectura de hoy: Tracey Emin, Paula Rego, David Chipperfield, Norman Foster... Otras tienen rúbricas anónimas, artistas pujantes que pelean por darse a conocer. 
 
Récord de obras expuestas 
 
Con más de 1.600 obras, la Exposición de Verano bate en esta 255 edición su propio récord de prolijidad. 
 
Y lo difícil, como reconoce a EFE el coordinador de la muestra este año, el artista David Remfry, miembro de la Royal Academy, siempre es decidir qué se queda fuera. 
 
"El mayor reto para mí es rechazar obras. Me encanta incluir, le daría a todo el mundo su oportunidad", admite Remfry. 
 
Una de las piezas más impactantes del recorrido es una creación del artista colombiano Carlos Zapata. Su escultura "Bog man", una mezcla de textiles, recrea una de las llamadas momias de los pantanos, cadáveres humanos preservados de forma natural en ciertas ciénagas del norte de Europa. 
 
El espacio central de la exposición, verdadero lugar de honor del evento -que abrirá sus puertas del 13 de junio al 20 de agosto- queda reservado para una enorme instalación móvil creada por el diseñador irlandés Richard Malone, que propone una intersección entre la moda y la escultura. 
 
El título de la exposición de este año, escogido por Remfry y que sirve de hilo conductor a la muestra, es "Solo conectar", extraído de la novela "Howard's End", del escritor E.M. Forster. 
 
¿Cuál fue la razón para elegir ese lema? "Porque vivimos en este mundo tan fragmentado, en el que hay mucho malestar y odio, y quería lo inverso, que la gente viese justo la otra cara de la moneda", dice Remfry.

EFE 

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