Estudiantes realizaron plantón para pedir un pare a la violencia en Cauca

Profesores y estudiantes del colegio José María Obando del municipio de Corinto, enclavado en las montañas del departamento del Cauca, realizaron este miércoles un plantón para pedir que cese la violencia que les obligó a cancelar clases desde el pasado 5 de septiembre.

El colegio está ubicado en la carrera décima, la calle principal de ese municipio, y a unos metros de la Estación de Policía, que fue hostigada por disidentes de las FARC el martes de la semana pasada, un enfrentamiento entre criminales y autoridades que causó daños a la escuela.

La rectora del colegio, Ángela María Henao, aseguró a EFE que desde antes del ataque había rumores de que iba a haber un hostigamiento contra la estación policial, razón por la cual estaban preparándose para trasladar a los estudiantes a otro lugar y para lo cual estaban esperando una orden de las autoridades regionales.

"Mientras esperábamos esa orden, el 5 de septiembre en horas de la noche hubo un hostigamiento y la institución educativa fue directamente afectada: perdimos televisores; los aires acondicionados, que estaban nuevos y no tenían más de tres meses; tableros, y pupitres", detalló la rectora.

El hostigamiento contra la estación policial de Corinto, perpetrado por la columna Dagoberto Ramos del Estado Mayor Central (EMC), la mayor disidencia de las antiguas FARC, dejó dos soldados heridos, que fueron evacuados en un helicóptero.

En esa región operan la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), disidentes de las FARC y grupos narcotraficantes que luchan por el control territorial.

448 niños que no van a clase

La docente denunció que en total son 448 niños los que no están yendo a clase porque "por seguridad no los podemos ingresar a la sede principal".

"El plantón el día de hoy es para pedir el derecho a la educación, a la vida de nuestros niños que se encuentran en la mitad de un conflicto del que no hacen parte", agregó.

La situación, relató, ha sido muy difícil porque "los padres de familia, estudiantes y profesores están muy afectados".

"Cuando pasamos el día miércoles que queríamos entrar y no nos dejaron, la institución la cerraron con una cinta amarilla de peligro (...) Todo causa un efecto psicológico muy fuerte, los docentes, muchos, pidieron hasta permiso porque la presión psicológica fue muy fuerte", añadió.

Por esa razón, pidió a las autoridades, tanto locales como nacionales, que no les dejen solos porque llevan sufriendo por cuenta del conflicto más de 20 años.

La situación es tan compleja que incluso la institución educativa cuenta con un "plan de contingencias para hostigamientos, no es normal que un colegio tenga esto".

"No tenemos un lugar seguro en el que si pasa algo para que podamos correr", explicó y añadió: "Nuestra ruta, donde estemos, es quedarnos en el suelo y esperar que pase el hostigamiento".

Los miembros del EMC -que supuestamente están negociando un cese al fuego bilateral con el Gobierno y el inicio formal de los diálogos de paz- han perpetrado una serie de ataques violentos en las últimas semanas contra objetivos militares y policiales.

EFE

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