El neerlandés Theo Jansen tiene 15 años creando las Strandbeest, que se pueden traducir como las bestias de playa y que tienen un movimiento tan orgánico que parecen vivas.
A la lejanía se podrían confundir con inmensos insectos o esqueletos de mamuts prehistóricos, pero en realidad están hechos de tubos de plásticos flexibles y cinta adhesiva.
Jansen primero va a un computador y con un algoritmo crea estos Strandbeest, que no requieren de sensor, motor o de una tecnología avanzada. Solo necesitan de la fuerza del viento y la arena mojada para poder "caminar" en la costa holandesa.
Su última 'bestia de la playa' es el Animaris Rex, que tiene 18 metros de largo y es una conexión de varias unidades, la cual Jansen considera "una manada de animales de playa cuyos ejemplares se abrazan entre sí como defensa contra las tormentas".
"Como individuos, simplemente desaparecerían, pero como grupo, la posibilidad de sobrevivir a una tormenta sería mayor", explicó el artista.