Con un aspecto muy alejado del tradicional antihéroe de la novela negra clásica y con muchos más recursos tecnológicos, un nuevo tipo de detective triunfa en China: los que dedican su jornada a investigar huellas de pequeñas patas y reveladores restos de pelaje a la búsqueda de mascotas extraviadas.
El desarrollo económico del país ha disparado el número de animales domésticos y del gasto que la población está dispuesta a realizar en ellos: según cifras oficiales, se estima que a finales de 2022 había 117 millones de mascotas en las zonas urbanas del país.