El trabajo de Pratima Devi le gana desprecio en su comunidad; la anciana también conocida como "la señora de los perros" alimenta a unos 200 animales callejeros en el sur de Nueva Delhi, un acto que enfrenta a las autoridades y los animalistas entre el aumento de los ataques mortales.
El mercado del barrio de Saket, en el sur de la capital, es ahora un territorio en disputa, humanos y perros intentan controlar el espacio, conductores sortean a los animales en la carretera y los viandantes evitan espacios donde los caninos son ya una mayoría.
Esta escena se repite en gran parte de la India, el país que más perros abandonados alberga en el mundo, con unos 62 millones, según el Índice de Mascotas sin Hogar (PHI, en inglés) que elaboró en 2021 la multinacional norteamericana "Mars Pet Care".
La muerte de dos hermanos, de 5 y 7 años en marzo pasado, gravemente heridos en el rostro, pecho y las piernas por perros callejeros, en dos ataques distintos en el sur de la capital india, han sumado más miedo en las comunidades.
Estas no eran las primeras muertes, meses antes un niño de siete meses fue encontrado con los intestinos destrozados tras otro ataque, lo que acentuó el foco en estos animales sin dueño que pelean por comida y territorio en el país asiático.
En la India más de 17,4 millones de ataques tienen lugar cada año de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), de los cuales solo 5.500 se denuncian ante las autoridades. A ello se suman entre 18.000 y 20.000 muertes por rabia, un 96 % de ellas por la mordida de un perro callejero.
Ante la reproducción sin control, y una legislación que prohíbe el sacrificio de animales, incluso si suponen un peligro de salud, la alimentación de los perros en la calle se ha convertido en el centro de debate entre tribunales y gobiernos locales y protectores de animales.
Mientras algunos animalistas defienden el cuidado de los animales, investigadores y expertos sostienen que la alimentación imprudente y en masa concentra a los perros en un solo lugar y conduce a la formación de grupos, y en consecuencia la búsqueda por el dominio de territorio.
Protestas de vecinos
Pratima Devi cuida de más de 200 animales, algunos atados con correa de metal en su pequeño refugio a escasos metros del mercado, aunque la mayoría pasean en libertad, lo que le ha ganado el desprecio de parte de su comunidad.
“Trabajo por las tardes y es difícil pasar por aquí a esa hora. Varias veces he sido perseguido y atacado por jaurías de perros. Me las arreglé para evitar ser mordido, pero no estoy seguro por cuánto tiempo", dijo a EFE Abhishek Sharma, uno de los vecinos de Saket.
Con la anciana de 80 años instalada en el mismo sitio como proveedora de alimentos, los animales dueños del espacio "ladran por la noche y nos impiden dormir tranquilos. No puedo hacer nada para sacarlos de aquí y garantizar mi seguridad y la de los demás", agregó.
Un empleado de la Corporación Municipal de Delhi (MDC), Praveen Kumar, que trabaja en el edificio contiguo al refugio, aseguró a EFE que los canes "han causado numerosos accidentes y mordido a muchas personas que visitan el mercado".
No obstante, la labor de Devi es reconocida por otras muchas personas que depositan dinero en una caja para donativos que la anciana ha situado afuera de su refugio, así como por organizaciones animalistas que le proporcionan ayuda para alimentar a los perros, que no están vacunados pero sí esterilizados, explicó Kumar.
Pese a que los vecinos han hecho numerosos esfuerzos por sacarla del vecindario, el último de ellos el pasado enero cuando el MCD demolió el lugar en el que la anciana albergaba a los perros, sus seguidores lograron obtener un permiso para que permaneciese en el barrio acompañada por sus 200 perros.
Con los reportes de envenenamiento y palizas a perros de la calle en aumento en varias ciudades, especialmente donde han ocurrido las muertes más recientes, "la señora de los perros" se ha convertido en la guardiana de un peligro.
EFE