Un pequeño edén con las flores y árboles preferidos por la realeza da la bienvenida a Carlos III en su primera visita este lunes como rey del Reino Unido al "Chelsea Flower Show", la feria de jardinería más famosa del mundo y una de las citas favoritas de la difunta Isabel II.
El Jardín de reflexión y celebración real, diseñado por el paisajista Dave Green en homenaje a madre e hijo, es uno de los focos de atención del emblemático certamen organizado en el oeste de Londres por la Real Sociedad Hortícola (RHS, en inglés), que en 2023 cumple 110 años.
Lejos queda la época en que el entonces príncipe Carlos era objeto de mofa en la prensa por decir que hablar a las plantas las ayudaba a crecer. Hoy en día, el monarca de 74 años es reconocido por su sensibilidad para la horticultura, como lo demuestra el jardín que él mismo ha supervisado durante tres décadas en su mansión de Highgrove (suroeste de Inglaterra).
Reflexionar sobre la monarquía
El vergel firmado por Green, que el monarca visitará acompañado de la reina Camila, incluye un busto en su honor de la escultora inglesa Keziah Burt y un banco para la contemplación del "pasado y el futuro" de la monarquía, según explica el autor a EFE.
"El jardín se divide en dos partes: al fondo, figuran las preferencias de la reina, con una paleta de colores más delicada de rosas y blancos, mientras que delante tenemos colores un poco más profundos, azules y morados, al gusto del rey", detalla.
El galardonado paisajista revela que, para crear este rincón real, ha colaborado con el jardinero jefe de Sandringham, quien le pasó una lista de los ejemplares que crecen en esa finca propiedad de la Casa Real, ubicada en el este inglés.
Aunque, "por cómo ha ido la temporada", no se han podido incorporar las espuelas de caballero que tanto gustan a Carlos III, figuran muchos otros especímenes de su agrado, como las "camassias"; un castaño de las indias o una aromática magnolia, enumera.
En homenaje a la reina, fallecida el pasado 8 de septiembre, el jardinero ha destacado su flor favorita, el lirio de los valles, que se empleó en el ramo de su boda con el príncipe Felipe en 1947 y en su coronación en 1953.
"Les gustan los jardines tradicionales, así que he intentado crear un espacio tranquilo y pacífico, que invite a la contemplación", declara Green a EFE.
A la derecha de su diseño, se erige un busto en bronce del rey, realizado, con permiso de la Casa Real, por Burt, una antigua profesora de arte de instituto que ahora se dedica profesionalmente a la escultura figurativa.
La historia del busto real
La artista, cuyo esposo es miembro de las Fuerzas Armadas, explica a EFE que previamente había realizado una escultura de la reina por encargo del Museo Nacional del Ejército para las celebraciones del Jubileo de Platino el año pasado.
Casualmente, empezó a esculpir para una exposición una semblanza de Carlos justo el día en que murió Isabel II, por lo que detuvo esa obra y solo la retomó tras el duelo, después de obtener una autorización de palacio.
Alguien en la organización del "Chelsea Flower Show", que abre al público del 23 al 27 de mayo, le propuso exponerla en la feria, que se ubica precisamente en los terrenos de la residencia de militares retirados Royal Hospital Chelsea, en el barrio de ese nombre al oeste de la capital.
Burt tiene permiso para comercializar ocho copias del busto, parte de cuyos beneficios se destinarán a organizaciones benéficas cercanas a Carlos III, indica.
A falta de un modelo en vivo, para conseguir el realista parecido la escultora usó "muchas fotografías" e imágenes de vídeo, relata.
Sobre el hecho de que el rey vaya vestido con corbata, en lugar de uniforme de gala, explica que "era lo que llevaba puesto en los días posteriores al fallecimiento" de su madre.
"No me pareció apropiado terminar la escultura con su vestimenta militar -porque él es el jefe de las Fuerzas Armadas del Reino Unido-. Sentí que así sería más íntimo y personal", concluye.
EFE