El 28 de abril inició un estallido social en todo el país a raíz de una reforma tributaria presentada por el Gobierno Nacional en la que buscaba imponer nuevos impuestos para conseguir más recursos. 

Desde ese día el país ha sido escenario de múltiples protestas en las diferentes ciudades y municipios hasta el punto de que el Gobierno Nacional se vio en la necesidad de retirar la inoportuna reforma del Congreso de la República e incluso su ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, presentó su carta de renuncia.

Sin embargo, el estallido social continuó y junto a la protesta legítima se filtraron desadaptados para protagonizar actos vandálicos.

Las autoridades han insistido que Colombia por ser un Estado de derecho acepta la protesta pacífica. Incluso el artículo 37 de la Constitución Política precisa que “toda parte del pueblo puede reunirse y manifestarse pública y pacíficamente. Sólo la ley podrá establecer de manera expresa los casos en los cuales se podrá limitar el ejercicio de este derecho”. 

La protesta pacífica se desdibujó cuando iniciaron el vandalismo y los hechos violentos, por lo que la Policía ha tenido que actuar en ciertos casos para restablecer el orden. 

Barranquilla, como una de las principales ciudades de Colombia, no ha sido ajena a esta realidad.

Hubo marchas pacíficas. Sin embargo, algunos aprovecharon al término de las mismas para crear caos y confusión en vías del norte, en Murillo y la calle 17.

La zona de mayor vandalismo

Es precisamente la calle 17, en el suroriente de Barranquilla y parte de Soledad, donde se han realizado en reiteradas ocasiones actos vandálicos contra instalaciones policiales y saqueo a varios supermercados que se encuentran sobre esta importante arteria vial de la capital del Atlántico.

Hasta la Alcaldía de la Localidad Suroriente, ubicada en frente de la Rotonda de la calle 17, fue saqueada por vándalos.

Las pérdidas son incalculables para los almacenes de cadena saqueados en varias ocasiones.

Los desadaptados, en su mayoría jóvenes, aprovechan el final de la tarde para lanzar piedras, palos y hasta bombas molotov para atacar a la fuerza pública.

El hecho más reciente ocurrió en la noche del jueves cuando los vándalos atacaron la Escuela de Policía de la calle 17 y, posteriormente, realizaron saqueos a los supermercados de la zona. Esa misma noche un joven resultó herido al explotarle una bomba molotov en la manos cuando intentaba lanzarla a la Escuela de la Policía.

El joven fue auxiliado por el mismo personal de la Institución Armada. 

Robos y delincuencia

Para la Policía Metropolitana es claro que los actos vandálicos que se han generado durantes estas semanas en la calle 17 no son protestas pacíficas. Muchos desadaptados y delincuentes se infiltran para al final de las marchas generar caos y zozobra en los alrededores.

Incluso, los investigadores de la Policía presumen que estos escenarios de violencia estarían siendo propiciados por bandas delincuenciales que operan en el suroriente para atacar a la Institución y de paso aprovechan para robar en los almacenes de cadena.

El pasado 27 de mayo, el mismo general Diego Rosero, comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, precisó que las marchas estaban siendo infiltradas. Cuando los verdaderos marchantes se han retirados, aparecen los delincuentes, algunos miembros de ‘Los Papálopez’, que opera en esa zona de la ciudad, para generar caos y confusión. 

Del mismo modo, hay información en el sentido de que participan personas que no hacen parte de la banda, pero que sí buscan ‘pescar en río revuelto’ para poder robar en los establecimientos comerciales.

Hay un especie de combinación de delincuencia común con la organizada para generar el mayor caos posible. Las autoridades tienen certeza de que aquí ya no cabe la protesta social y que solo la toman de excusa los vándalos para provocar lo que quieren: miedo, robo y delincuencia.

El cartel de los más buscados

Ante los reiterados hechos vandálicos, la Policía Metropolitana dio a conocer hace poco el cartel de los más buscados por vandalismo para poderlos identificar plenamente y que paguen por sus acciones.

Las imágenes fueron tomadas de las cámaras de seguridad de los diferentes supermercados que fueron saqueados y dados a conocer a la opinión pública para que ayude a las autoridades en el proceso de judicialización.

No obstante, hasta el momento, la Policía  no ha reportado si alguno de los que aparece en el cartel ya ha sido capturado.

Por los que se ven en ese cartel hay una recompensa de hasta un millón de pesos para la persona que ayude a ubicar a los responsables de estos actos violentos.