Incertidumbre es lo que ha reinado desde la mañana del jueves, cuando se conoció la muerte en extrañas circunstancias de tres jóvenes que aparecieron sobre la carretera que conduce de Riohacha, en La Guajira, al corregimiento de Cuestecita, cerca de Maicao, en el mismo departamento.  

La confusión fue tal que una de las primeras hipótesis era que los jóvenes habían sido baleados y abandonados en plena carretera. Pero esto fue descartado por Medicina Legal, que después de practicar las debidas necropsias, estableció que estos tenían politraumatismos y múltiples fracturas, por lo que hasta el momento solo es posible concluir que fallecieron por golpes contundentes, producidos posiblemente por algún accidente en la carretera.

De los tres cuerpos, el único que ha sido posible identificar es el de Jorge Luis Gómez Castro, un joven de 17 años, a quien apodaban ‘Wicho’, oriundo y quien residía en el municipio de Valledupar, pero que a su vez era un ferviente hincha del Junior de Barranquilla.

Precisamente este ha sido el único cuerpo identificado hasta el momento porque tenía tatuado en su pecho un escudo del equipo tiburón, así como otro en una de sus piernas con su nombre de pila.

Después de que sus familiares reconocieron el cadáver, se pusieron en la tarea de reconstruir la travesía de este joven, quien partió desde Valledupar el pasado miércoles y llegó a casa de unos familiares en el municipio de Fonseca, La Guajira. Lo que desconocen es la razón por la que Jorge y los otros dos muchachos terminaron en esa carretera, muertos.

Mientras que se espera la identificación de los otros dos jóvenes fallecidos, cada vez más se entretejen nuevas hipótesis, en las que no se descarta hechos aparentemente descabellados, como el hecho de que que los hinchas del fútbol hubieran sido atacados por una comunidad indígena en la zona.