Los vecinos de la calle 16 con carrera 29, en el barrio Rebolo, quedaron sorprendidos ante el comportamiento de varios policías, que cumpliendo con su labor de perseguir a un delincuente, terminaron fue tirando piedras a una casa de un comerciante sin que nadie estuviera agrediéndolos a ellos, en hechos ocurridos el sábado anterior al mediodía.

Según comentaron vecinos, una patrulla de la Policía perseguía a un delincuente que aprovechó que la puerta de una vivienda del sector estaba abierta y por el patio empezó a volar las paredes. Uno de los policías ingresó y estando en el patio realizó un disparo al aire, lo que le produjo nervios a una mujer que tiene 7 meses de embarazo  y que se encontraba sola en ese momento en el inmueble de al lado.

“El esposo es comerciante y estaba a la vuelta de la casa. Cuando llegó le pidió al policía respeto porque no debió disparar si ya el delincuente que estaba persiguiendo se le escapó. Fue entonces cuando el policía le dijo que debía respetar a la autoridad, pero en realidad el esposo de la muchacha embarazada sólo le estaba diciendo sobre la forma de proceder dentro de la casa. Entonces el policía le pegó una cachetada al comerciante, quien fue llevado a dentro de la casa por su esposa y otros allegados para evitar que el problema siguiera”, dijo un vecino del sector.

La situación de la persecución del delincuente quedó a segundo plano cuando, según testigos, los policías desafiaban en la calle al comerciante para que saliera de la casa.

“Al ver que no salía, un policía, como quedó registrado en el video, cogió varias piedras y las lanzó contra las ventanas de la casa. También otro uniformado lanzó una silla y terminaron llevándose una moto de la muchacha embarazada que tenía parqueada a las afueras de la casa”, dijo otro vecino.

La motocicleta fue embarcada en una patrulla de la Policía y llevada a la Estación San José. Los afectados se dirigieron al Comando de la Policía Metropolitana a colocar la queja de lo ocurrido y ese mismo día los policías del cuadrante llamaron a un familiar del comerciante para que fuera a la Estación y recogieran la moto sin explicar el motivo o cuál fue el procedimiento legal que indicara el por qué se habían llevado el pequeño vehículo.

Por este incidente que daña la imagen institucional, la Policía Metropolitana no se ha pronunciado al respecto.