Hamilton Barreto, presidente de Sintraelecol, agremiación que agrupo a los trabajadores de Electicaribe, denunció este viernes que Alexander Garrido Salas, de 43 años, ingeniero de la empresa asesinado este jueves, tenía en su contra varia amenazas de muerte y que l empresa no resolvió a tiempo la petición de traslado.

Hamilton Barreto detalló el tema, asegurando que no es la primera vez que esto sucede.

“Desde hace más de cinco años, el compañero fue víctima de amenazas por situaciones de trabajo. Alexander fue trasladado a la ciudad de Riohacha. Desconocemos la razón por la cual después de un año de estar allá, nuevamente lo trasladan a Barranquilla a cumplir la misma actividad”, detalló.  

Al regresar, según el directivo, la situación no mejoró. “Hace cuatro meses se acercó  a nuestras oficinas diciendo que temía por su vida por unas situaciones muy difíciles que se estaban tornando con la compañía, solicitamos a Electricaribe que fuera trasladado”.

Pese a ello, la empresa demoró el proceso. “Insistimos en varias oportunidades. La empresa trasladó el tema el área de seguridad y ellos dieron hace cuatro meses las recomendaciones que el trabajador debería ser trasladado. Hasta el momento de que el compañero fue víctima de las balas de un asesino, la empresa no dio respuesta del traslado”, aseguró.

Insistió además que no es el único que viene experimentando esos problemas. “Tenemos compañeros que vienen siendo amenazados por la comunidad, debido a la situación que hay con la prestación del servicio. Hemos denunciado ante los medios: hace poco un trabajador que le rociaron gasolina para prenderlo vivo. Hay trabajadores que han amarrado a los árboles. La gente enardecida, no ha logrado entender que nosotros única y exclusivamente somos trabajadores”, argumentó.  

Por otro lado, dije que está a la espera de la respuesta a los procedimientos de la empresa Electricaribe. “Ellos están encaminando el tema a la respuesta de las actividades competentes. Estamos brindando los espacios, pero también esperamos los resultados de dos cosas: de las personas que tuvieron que ver con el asesinato y de los responsables que no ejecutaron el traslado del compañero sabiendo inminente que estaba corriendo su vida”.

Como presidente de Sintraelecol, recordó que con centenares los trabajadores que a diario exponen su integridad por el pésimo servicio de la empresa. “Nosotros tenemos 400 trabajadores directos que están sufriendo la misma situación. Pero hay más de 5 mil trabajadores indirectos, que son los contratistas y que no están afiliados y que están sufriendo lo mismo”.

Alexander Garrido trabajó durante 26 años al servicio de la empresa. Era el encargado de las brigadas antifraude, por lo que sus compañeros aseguran que se ganó a más de un enemigo. “A nadie le gustan que le descubran que hace fraude”, cerró Barreto.