Sin imaginar que esa sería la última vez que vería a su hija con vida, Samir Pérez Teherán recordó en medio de lágrimas la conversación que tuvo con su pequeña antes de partir a comprar comida.

El desconsolado padre relató cómo fue su último día y los buenos momentos que compartieron. “Salimos los cuatros a la cancha porque yo iba a jugar fútbol, era feliz acompañándome. Cuando terminó el partido jugué con ella y allá en el campo de juego me dijo como nunca: papi abrázame que tengo frío y yo la abracé muy fuerte”, contó mientras se limpiaba sus lágrimas.

Pérez Teherán agregó: “Después nos vinimos para la casa caminando como si fuéramos dos novios, ella venía muy feliz como siempre, eso fue como a las 11 de la noche. Llegamos a la casa compartimos un rato y los hicimos dormir”.

Samir recuerda con dolor que cuando sus pequeños ya descansaban, su esposa, Ingrid Velásquez, le dijo que tenía hambre, que fueran por unas pizzas, ante lo que él manifestó: “y cómo vamos a hacer con los niños que ya se durmieron, pero mi esposa me dijo no pasa nada, ya ellos están dormidos vamos rápido allá abajo”.

Ni él y mucho menos su esposa se imaginaron que esta sería la oportunidad que estaba esperando el delincuente para asesinar atrozmente a su hija mayor.

Cuando se iban, la menor se despertó y por la misma ventana por la que después ingresó su asesino le dijo a su padre: “Papi ponme la alarma que mañana voy temprano para la iglesia, yo le dije claro hija ya te la puse", y se marcharon.

Pérez Teherán manifestó que solo tardaron 40 minutos, mientras bajaron y les vendían la pizza. “Yo antes de irme le había echado llave a la puerta, cuando llegué, abrí con mi llave entré y miré para el cuarto de ellos y le dije a mi esposa mira lo que hizo la niña, se cayó de la cama, ella me dijo levántala, yo subí pero encontré fue a mi hija llena de sangre y comencé a gritar, la llamé pero ella solo intentó levantar la cabeza y no dijo nada”, contó en medio de un desconsolado llanto.

Ingrid Velásquez, madre de la menor en medio de su dolor, le dijo a los medios de comunicación, que ayer (sábado) su hija estaba muy feliz porque se había estrenado un vestido fucsia.

“No entiendo por qué me le hicieron esto, ella era una niña inocente solo tenia 10 años, estaba comenzando la vida. Le pido a la justicia que la muerte de mi hija no se vaya a quedar impune, que hagan todo lo que tengan que hacer para saber quién le hizo esto a ella”, expresó.

El sentir de los padres es el mismo de todos los vecinos del sector de Zarabanda, en Gaira. No salen del asombro y dicen que es la primera vez que esto sucede. Exigen justicia y protección para los niños porque hoy fue esta niña y mañana puede ser cualquiera de los menores que viven en esta zona.

“Es algo trágico, esperamos y aspiramos, que vean que es una niña, una bebé que agilicen esas investigaciones, yo la conocía desde que ella nació. Esperamos que las autoridades hagan algo justo, que la justicia cumpla esta vez y que no sea solo la misma farándula de siempre”, manifestó Pablo Perea Ayala.

Entre tanto, Benjamín Castellano aseguró que “es un hecho desastroso, es algo lamentable no solo en el sector sino en toda Santa Marta, queremos saber dónde está el culpable, tenemos sospechas de la persona y no vamos a descansar hasta que la cojan presa y que pague por lo que hizo, estamos ayudando a las autoridades revisando los cerros y en todo. Ella era una niña no merecía lo que le hicieron, todos la vimos crecer y jugar con nuestros hijos”.

A través de las redes sociales los samarios han iniciado una campaña en rechazo del atroz crimen y también exigen justicia.

Por su parte, las autoridades aseguran que se encuentran trabajando para dar con el responsable de este lamentable asesinato.