Yurley Gutiérrez está sumida en el dolor. Desde la noche del martes el ‘mundo’ se le vino encima y la tristeza embarga su alma tras saber que el conductor de Sobusa que habían matado en la Prolongación de Murillo, en Soledad, había sido su esposo Jamir Enrique Palacios Pérez.

"Era una persona muy amorosa, un excelente padre, excelente marido, excelente compañero. Era muy buena persona. No se merecía que le arrebataran la vida de esa manera injusta atrás de nada", precisó.

La mujer indicó que el crimen de su esposo probablemente guarde relación con extorsiones.

"Que se esclarezca todo esto, porque así como dicen que fue un atraco, no era atraco, porque todo el mundo sabe que esto está ocurriendo gracias a las extorsiones y la empresa no quiere hacerse cargo", puntualizó Yurley.

Solo pidió que la muerte de su compañero sentimental no quede en la impunidad.

"Exigimos que se haga justicia, la vida de una persona no tiene precio en comparación con todo el dolor que le causan a uno", precisó.

Jamir Enrique fue ultimado a bala por un hombre que le disparó cuando conducía un bus de la empresa en la noche del martes sobre la Prolongación de Murillo.

Al ser impactado, el vehículo se salió de la vía y quedó sobre una cuneta.

Varios paramédicos llegaron al sitio y aunque trataron de reanimar al conductor sus esfuerzos fueron en vano. 

La Policía descartó el atraco como móvil del crimen porque supuestamente hallaron todas sus pertenencias en el lugar.

El asesino, tras dispararle al conductor, se bajó del bus y huyó en una motocicleta que lo esperaba cerca.

Al descartar la Policía un atraco, dejó abierta la línea investigativa de un ataque sicarial. Sin embargo, las autoridades no han precisado cuál sería el motivo del mismo.