Marina Guette Torres, una mujer de la tercera edad, de 77 años, fue en la tarde de ayer víctima de las bandas que usan escopolamina para robar a sus víctimas.

Su hijo, Orlando Charris, contó lo que le sucedió a su progenitora.

"Ella salió de la casa, en el barrio El Santuario, con un millón 400 mil pesos a pagar el predial, pero también iba a reclamar su subsidio en el Banco Popular del centro como hacía de costumbre todos los meses. Ella, por su terquedad, no permitía que nadie la acompañara. Nosotros creemos que alguien en el banco la interceptó", dijo.

Pero la situación no terminó allí. Orlando cuenta que su mamá fue a parar a una refresquería que está en la carrera 51B con calle 94, al norte de Barranquilla.

"Mi mamá, nos dicen, que llegó con otra señora a la refresquería y ella pidió dos jugos y dos galletas. El dueño del local nos cuenta que la señora de un momento a otro se fue diciéndole a ella mami, ya vuelvo. El señor del local no le pareció raro nada hasta cuando le avisaron que mi mamá estaba como desmayada. Él se acerca y busca en una agenda que ella lleva con los números de nosotros y nos llamaron", relató Orlando.

Marina fue llevada hasta la Clínica Altos de San Vicente, donde aún sigue inconsciente.

Los parientes de la mujer precisaron que le robaron el millón 400 y no saben si alcanzó a cobrar el subsidio. Lo único que le aparecieron fueron 40 mil pesos en sus bolsillos.

Las autoridades investigan este nuevo caso de delincuentes que se aprovechan de los ancianos que llegan solos a cobrar sus subsidios al banco.