“Mi ex me tiró a matar, porque no quise tener relaciones con él”: mujer herida de 10 puñaladas
Tras el brutal ataque, el agresor intentó suicidarse, pero no lo logró.
Recluida en un cuarto del Hospital General de Barranquilla, luego de recibir 10 puñaladas en cuello, tórax y espalda, se encuentra la estudiante de enfermería Deniris Payares Pabón, de 30 años, quien fue brutalmente atacada por parte de su expareja, un hombre identificado como Celso Rodríguez Chacón, de 40 años, al negarse a sostener relaciones sexuales con él.
El estremecedor caso se dio este domingo a las 11 de la noche, en una casa ubicada en la carrera 26A con calle 86, en el barrio El Porfín, a causa de una extraña obsesión del hombre quien fuera su pareja por 9 años, según contó la misma Deniris.
“Mi ex me tiró a matar con un cuchillo, porque no quería vivir más con él. Se portó mal todos estos años. Decía que si no vivía con él me iba a matar, porque si yo no iba a ser para él, no iba a ser para nadie”, explicó la mujer.
Deniris Payares Pabón llegó hace un año a Barranquilla, procedente de Barracabermeja, en el departamento de Santander. Llegó con su hija y en compañía de Celso, que para ese entonces era su pareja.
Según la versión entregada por esta, Celso Rodríguez Chacón llegó a la casa de ella el pasado jueves, tras dos meses de haberse separado. Con la excusa de que lo habían echado del lugar en el cual se encontraba, le pidió posada. En un acto de piedad, tal vez por los 9 años de convivencia que tuvieron, le permitió quedarse en su casa mientras encontraba para donde mudarse.
El domingo en la noche, Celso esperó encontrarse a solas con Deneris para tratar de convencerla de sostener relaciones sexuales, a lo que se topó con un tajante no por parte de su expareja.
“Yo lo estaba dejando quedarse mientras conseguía para donde irse. Decía que iba a cambiar, pero eso algo solo para poderse acercar a mi. Y nosotras las mujeres, como siempre creyendo lo que nos dicen los hombres”, insistió.
En la casa también vive una hija de la mujer, una menor de 13 años, prácticamente su única familia, pues en Barranquilla solo tiene a una hermana. Por ello, fue solo hasta ese día que el hombre pudo ver facilitado el escenario perfecto, tenerla a ella sola en casa para su disposición. La hija de Deniris no se encontraba en casa.
“Esperó a estar solo conmigo y como no quise tener relaciones sexuales con él, entonces me hirió con el cuchillo de la cocina. Me tiró a la arteria, al corazón y en la espalda. Me decía que me muriera, que él también se iba a morir. Gracias a Dios, que me dio una oportunidad de vida”, relató la mujer con la voz aún apagada por el dolor y la gran cantidad de sangre perdida.
El ataque fue brutal y sin compasión. Varias veces Deniris intentó escapar, pero las intenciones eran frustradas por la ira asesina e irracional de Celso, la misma que alarmó a los vecinos de la casa.
“A lo que yo abría la puerta, él volvía y la cerraba y me daba más puñaladas. Los vecinos estaban intentando tumbar la puerta, y allí aproveché y con las poquitas fuerzas que me quedaban, le metí la pierna a la puerta y abrí la reja y me senté. Luego él como que se dio cuchillo”, contó.
Sin embargo, convencido de que las heridas propinadas a su excompañera eran fatales, Celso pasó al segundo punto de su siniestro plan: le ofreció el cuchillo a su víctima para que esta le propinara a él una herida que lo enviara al otro mundo.
“Me dijo: coge el cuchillo y mátame tu ahora. Le dije que no, a mi ya se me estaban yendo las luces. Le dije a los vecinos que me llevaran al médico, que no me dejaran morir que yo tenía una hija e iba a quedar solita. Los vecinos me recibieron y yo me desplomé”, finalizó su relato Deniris.
Lo que desconocía, era que ante la negativa, Celso pasó a causarse él mismo varias heridas, entre ellas una en el cuello, con el fin de escapar de toda la brutalidad que había planeado.
Sin embargo, la rápida alerta de los vecinos permitió a las autoridades llegar al sitio del hecho para capturar al hombre y trasladarlo, coincidencialmente, al mismo centro asistencial en donde está recluida su excompañera y victima. A Rodríguez Chacón las heridas no le comprometían en lo más mínimo su supervivencia.
A Deniris, tras practicársele varios procedimientos en los pulmones, que se vieron afectados tras las puñaladas, le confirmaron que por pocos milímetros la arteria de su cuello no se vio afectada.
Ella solo pide a las autoridades que sean efectivas.
“Él merece cárcel. Que deje de tirárselas de loco, que él no es loco. Le pido a la justicia que lo metan (preso) los años que sean necesarios. Una persona así, no merece estar afuera”, cerró.
Celso Rodríguez Chacón fue puesto a disposición de las autoridades por el delito de lesiones personales, pero no se descarta de que se imputen otros delito de mayor gravedad.