La muerte de Luis Eduardo Castro Salcedo fue el detonante que desató la asonada ayer en el municipio de Candelaria, en el sur del Atlántico.

La familia y la comunidad señalan a varios policías de haberlo golpeado tras haber sido detenido el día anterior.

"Los policías lo mataron a golpes y ahora niegan las cosas. Lo quieren tratar como delincuente, lo han puesto mal en las redes sociales. Ahora dicen que fue sobredosis, de que él mismo se lesionó, pero es mentira, Fueron ellos. Mucha gente en el pueblo se dio cuenta de los golpes que le dieron lo mataron", dijo Yadelín Castro Salcedo, hermana de la víctima.

Según dice la Policía, el hombre fue detenido por supuestamente estar implicado en un robo. Sin embargo, la familia dice que no es cierto, que lo confundieron con otra persona que sí cometió el robo.

"Mi hermano salió a cortar una leña y él viene normal del monte y me contaron que los policías venían en una patrulla y dos motos. O sea le cayeron cuatro policías. A mi mamá cuando lo fueron avisar ya lo habían golpeado bastante y mi mamá alcanza a ver cuando uno le pega con un casco en la cabeza. Mi mamá le suplicó que lo dejaran de golpear y a ellos no les dolió eso. No les importó como sino tuvieran familia. Lo mataron como si él fuera un animal y no es justo. Hay que hacer justicia porque ellos tienen que pagar", relató la hermana este miércoles en la parte externa de Medicina Legal, en Barrranquilla.

Además, señaló que su familiar también fue torturado con una pistola Taser.

"Me dijeron  que le tiraban agua y le ponían ese aparatico. Lo torturaron bastante. Incluso mi mamá les suplicó cuando lo embarcaron en la patrulla que se lo dejaran y no les importó. Uno de los policías le decía  a él que aquí no estaba su familia, porque mi hermano gritaba por ayuda. Le decía: madre, ayúdame. Y el policía le decía que nadie lo iba ayudar y a mi mamá casi se la llevan por delante porque le tiraron la patrulla cuando se iban", contó.

A Luis Eduardo alcanzaron a llevar a la estación de Candelaria, pero no lo bajaron de la patrulla.

"Llegaron a la estación pero no lo bajaron porque ya estaba muerto", dijo la hermana.

Incluso, le causa extrañeza que la Policía no lo llevó al hospital de Candelaria, sino al de Manatí.

"Lo llevan allá es porque sabía lo que se le venía a los policías", dijo la hermana.

Frente a este suceso, la Policía de Atlántico informó el día anterior que se inició una investigación por lo ocurrido.

“Los cuadrantes del municipio fueron alertados por ciudadanos donde, al parecer, una persona había cometido unos hechos ilícitos anteriormente. Es así que el cuadrante llega al sitio, identifica a la persona y es conducida a la Estación de Policía. Una vez en este traslado el ciudadano, al parecer, se autolesiona y cuando llega la estación el ciudadano pierde el conocimiento y es así que se le brinda los primeros auxilios y se traslada al hospital municipal”, indicó el teniente coronel Edwin Álvarez Cristancho, comandante operativo de la Policía de Atlántico.

Toda esta situación generó una asonada en Candelaria. La comunidad atacó la Alcaldía y otras edificaciones de la población.

Los hechos violentos obligaron a la Alcaldía a decretar toque de queda en el casco urbano de Candelaria desde la 1 de la tarde de ayer hasta la 1 p.m. del viernes.