Ladrones aprovecharon que madre e hija estaban internadas en la clínica para robar en su casa
En el barrio Costa Hermosa de Soledad.
Juliana Beltrana Arrieta y su mamá de 71 años tuvieron que pasar una semana aisladas en la Clínica La Asunción, ante sospechas de haber adquirido el virus Covid-19.
Sin embargo, las pruebas que le realizaron afortunadamente salieron negativas. No obstante, Juliana se llevó una desagradable sorpresa el pasado viernes cuando sus vecinos la llamaron para avisarle que en su casa se habían metido los ladrones.
Los hechos ocurrieron en la carrera 40 número 30-17, barrio Costa Hermosa de Soledad.
Según relató Juliana a Zonacero, el pasado 13 de abril ella llevó a su mamá a la clínica Sanitas por un falla cardíaca. De allí fue remitida a La Asunción y tras un estudio los médicos consideraron que tanto madre como hija debían ser aisladas porque la mujer de la tercera edad era sospechosa de haber adquirido el virus.
Desde el 16 de abril fueron aisladas en la clínica y duraron una semana hasta este jueves 23 de abril cuando los médicos recibieron los resultaron y por fortuna dieron negativo. No obstante, la mamá de Juliana tuvo que ser pasada a piso para tratarle la falla y la neumonía que tiene no asociados al Covid-19.
Juliana tuvo que quedarse en la clínica con su mamá y el viernes recibió una mala noticia por parte de sus vecinos: los ladrones aprovecharon que ellas habían estado todo ese tiempo en la clínica para robar en su inmueble.
“El viernes una vecina me escribe que si estaba en la casa y le dije que no. Ella me dijo que la reja de la puerta de la casa estaba abierta, me extrañó y me mandó fotos de la reja que estaba abierta, pero la puerta cerrada”, relató la mujer.
La afectada le pidió el favor a otra vecina para que se asomora por la ventana y fue allí cuando se confirmó la sospecha de que los ladrones se habían metido.
“Los artículos de la cocina estaba en la sala, los de la sala en la cocina. La reja del patio estaba abierta, la arrancaron, la ventana de la cocina la arrancaron”, reveló Juliana.
La mujer tuvo que hablar en la clínica para que una enfermera estuviera al tanto de los cuidados de su mamá mientras ella iba a su casa a ver con sus propios ojos lo que había pasado.
“El cuarto de mi mamá lo desarmaron por completo y el mío ni se diga. Se robaron el televisor de la sala, un plasma de 40 pulgadas, la sanduchera, la cafetera, la licuadora y de mi habitación se robaron casi todo: ropa, zapatos, mis maquillajes, accesorios como gafas, anillos, pulseras”, puntualizó la mujer.
Además, precisó que intentaron quemar la vivienda al hacer corto con dos cables que estaban sobre la pared y una piyama de ella la habían colocado encima para que cogiera fuego. Sin embargo, solo se generó chispas que no pasó a mayores.
La mujer llamó a la Policía y esta ya se encuentra frente de las indagaciones para determinar quién o quiénes son los antisociales.