Ladrón 'recoge pelota' ha robado en el norte y sur de Barranquilla y en Soledad
Varias personas denuncian haber sido asaltadas en su buena fe por el mismo joven.
Norte, sur de Barranquilla y hasta Soledad se han visto azotadas por las acciones del ladrón 'recoge bola', un joven que engaña a las personas para entrar a sus casas con el pretexto de recoger una supuesta pelota de beisbol que se le cayó en el patio y, cuando logra distraerlas, aprovecha para tomar los objetos de valor que encuentre a su alcance.
Lo que comenzó como lo que parecía la denuncia aislada de una persona del norte de la ciudad, ha tomado un nuevo cáriz, al quedar en evidencia que son decenas de barranquilleros los que se han visto asaltados en su buena fe bajo esta modalidad de robo.
Si bien no se puede aseverar que todos los robos fueron llevados a cabo por el mismo hombre, al menos tres personas que dialogaron con Zona Cero confimaron haber reconocido al joven que aparece en la primera denuncia que se hizo al respecto. "Apenas lo vimos supimos que era ese enseguida", asegura Norma Noguera.
"Hace seis meses nos hizo lo mismo a nosotras", explica Norma, contando los hechos que sucedieron en la casa de su mamá, en el barrio Olaya. "Llegó primero donde una vecina preguntando si sabía de casas por ahí para arrendar, la vecina le dijo que no sabía pero que en mi casa sí conocían", así el ladrón se dirigió a la casa de Norma y, una vez en la puerta, empleó el mismo engaño recurrente: preguntar por una pelota de beisbol que se cayó en el patio.
Según relata Norma, él joven realizaría una labor de investigación previa antes de dirigirse a las casas. En su barrio estaban realizando obras de construcción y él ladrón se hizo amigo de los trabajadores para que lo conocieran. El día que llegó a robar, solo estaban en su vivienda su madre y su tía y las llamó por nombre propio, mencionando además a otros vecinos del sector, lo cual facilitó que creyeran su historia.
Una vez dentro les dijo que un sobrino suyo estaba en el techo buscando la pelota y que fueran al patio a esperar a que se las pasara, estando en el patio dijo que iba de nuevo afuera, a ver si el supuesto sobrino -inexistente- ya estaba sobre el tejado. Es en este momento cuando aprovechó para robar a Nora. "Se llevó una Mac, un celular, un Play Station 3 y un reloj". Aunque realizó una denuncia formal de robo ante la Policía, esta "quedó en nada".
El mismo incidente le sucedió a Hortencia García, quien vive en el barrio Montes, en el suroriente de la ciudad, y se encontraba con su madre cuando sucedieron los hechos. Su caso es diferente al de Nora, en cuanto Hortencia tuvo la 'buena fortuna' de no perder demasiado. "Se llevó un billete de $50.000 que estaba dentro de mi cartera", explica.
La historia se repitió de forma íntegra, el joven llegó a su puerta y las llamó a cada una por su nombre. Aunque al principio le dijeron que no lo podían dejar entrar porque no lo conocían, la pericia del sujeto le valió la confianza de las dos mujeres, quienes, finalmente, lo dejaron entrar. Su caso sucedió hace apenas unos 15 días y, según cuentan, "ese mismo día le robó a un vecino a la vuelta tres celulares y $100.000. Después no se le volvió a ver".
Las historias de las dos mujeres revelan un amplio espacio temporal entre las acciones del individuo, lo cual se suma a su también amplio rango de acción. Hasta este medio han llegado denuncias de personas que aseguran haber sufrido los mismos incidentes incluso en Soledad.
La foto de la denuncia original correspondería a una situación que se presentó también en el barrio Olaya, según denuncia María José Ordóñez. "Ese día el llegó acá, con la misma ropa de la foto y nos dijo el cuento de la bola", relata. En la vivienda de María José el ladrón no pudo llevarse nada, pues ese día habían muchas personas en la casa y, aunque lo dejaron entrar, no se quedó solo en ningún momento para tomar ningún objeto, sin embargo, sí habría hurtado a otros vecinos.
"Cuando se fue de la casa, se quedó un momento en la esquina, en ese momento llegó la Policía y comenzó a requisarlo", María José asegura que de inmediato su madre salió a ver que estaba pasando, pues cerca a su vivienda sucedió el robo que terminó en homicidio y se cobró la vida del fotógrafo José David Montoya hace dos meses. En ese momento llegaron dos vecinos en moto y le contaron que el ladrón había entrado a su casa y les robó dos celulares, sin embargo, la Policía se llevó al joven y no supo qué más pasó con él.