Alfredo Correa de Andréis.
Correa de Andréis fue asesinado en compañía de su guardaespaldas en una acera del barrio El Prado de Barranquilla.
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Archivo.

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La lucha de Alfredo Correa De Andréis por la justicia vive 21 años después de su asesinato

Este 17 de septiembre se conmemora un aniversario más del cobarde crimen que silenció su voz, pero no sus ideales de justicia y paz.

El próximo miércoles 17 de septiembre se cumplen 21 años desde el cruel y cobarde asesinato del sociólogo y académico Alfredo Correa De Andréis y su guardaespaldas Edelberto Ochoa Martínez, pero para su familia, representada en su hermana, Magda Correa, el vacío y el dolor siguen presentes.

“Hey, loco, no dispares”, fueron sus últimas palabras, antes de que un sicario lo acribillara en una acera del barrio El Prado de Barranquilla. El crimen, planeado por una alianza criminal entre personal del entonces Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) y las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), comenzó con una serie de pruebas ficticias y testimonios falsos que acusaban a Correa De Andréis de ser, supuestamente, ideólogo del Frente 59 de las FARC.

Estuvo privado de la libertad entre  el 18 de junio y el 15 julio de 2004, y tras demostrarse la falacia de las "pruebas" en su contra, quedó libre, pero el complot siguió hasta gestar su asesinato.

Sociólogo y académico, Alfredo Correa de Andréis.

A pesar de los años, Magda se mantiene firme en la lucha por la justicia, una bandera que ha portado incansablemente y que justo para esta fecha del aniversario de la tragedia, la llena de sentimientos encontrados.

“Obvio que el refrán que el tiempo va curando las heridas es cierto. Se han ido sanando mucho, pero siempre está el vacío. Para esta fecha es muy difícil para la familia recordar ese día tan trágico. Pero bueno, ahí vamos sobreviviendo”, confesó.

No fue un crimen aislado

El de Correa De Andréis no fue un crimen aislado, sino parte de un macabro plan de expansión del Bloque Norte de las Autodefensas en el Caribe colombiano.

Bajo el mando de Rodrigo Tovar Pupo, alias 'Jorge 40', y con órdenes directas de Carlos Castaño, se puso en marcha la 'Operación Barbarroja'.

Con esta estrategia, los Castaño buscaban apoderarse de la región. El resultado fue una ola de terror que dejó 1.664 asesinatos selectivos entre 2004 y 2006 en Barranquilla, con víctimas que incluían docentes, sindicalistas, líderes sociales y desmovilizados.

Una justicia "incompleta"

Para Magda, la justicia ha sido parcial. Si bien el sicario y otros implicados han pagado condena, la impunidad persiste. Jorge Noguera, exdirector del DAS, y Edgar Ignacio Fierro alias 'Don Antonio', jefe del frente José Pablo Díaz, del Bloque Norte de las Autodefensas, ya están libres. Pero lo que más le duele es la "impunidad" de figuras clave.

Jorge Noguera, exdirector del DAS y condenado por el crimen de Correa.

“Queda pendiente alguien que no le ha pasado nada,  fiscal 33 de esa época, Demóstenes Camargo de Ávila que participó en todos los montajes que le hicieron a Alfredo y no le ha pasado absolutamente nada”, afirmó.

También mencionó a Javier Alfredo Valle Anaya, exdirector del DAS en Santa Marta, quien después de años prófugo fue capturado en Estados Unidos y hoy está en la cárcel La Picota.

En agosto pasado, fue excluido de los beneficios ofrecidos por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) al encontrar múltiples deficiencias e “incumplir con la verdad y reparación”

Entre el plan que propuso para "reparación", el exdetective ofreció realizar una misa, imprimir volantes con contenido educativo, cursar un diplomado en resolución de conflictos, y se comprometió a no volver a vivir en el Caribe, algo que la JEP consideró "vago e  ineficaces".

“Su relato no superó lo ya conocido por la justicia ordinaria. No hubo aporte novedoso, exhaustivo ni auténtico a la verdad del caso”, determinó la JEP, que ahora evalúa devolver el proceso a la justicia ordinaria por el incumplimiento del régimen de condicionalidad.

En medio de la audiencia de seguimiento realizada en septiembre de 2024, el defensor de derechos humanos José Humberto Torres —quien representa a las víctimas del caso— solicitó formalmente la exclusión de Valle Anaya del sistema de justicia transicional, argumentando que el exfuncionario nunca aportó verdad plena, ni ofreció un plan de reparación digno.

“La reparación que propone es una burla para la memoria de las víctimas y para una sociedad que exige justicia. Este fallo es una victoria más de la justicia contra la impunidad”, afirmó Torres.

La impunidad que más la "indigna", según expresó, es la del expresidente Álvaro Uribe Vélez: "Su majestad Álvaro Uribe Vélez está bien, gracias, que fue el hombre que mandaba a hacer los falsos positivos y no le ha pasado nada", cuestionó.

Álvaro Uribe Vélez, presidente en la época en la que fue asesinado Alfredo Correa.

Un país que retrocede

Al mirar el país 21 años después, Magda se siente "profundamente triste".

"Lo veo peor... Y me da mucho dolor porque siento que Alfredo Rafael, mi hermano, murió por nada. Él murió por un cambio, porque se hiciera justicia y resulta que las cosas están, después de 21 años, igual o peor. Eso es triste, triste”.

 Y así mismo es. Un país que no ha cambiado nada. Asesinatos, falsos positivos, detenciones, secuestros. Casi que una radiografía de lo que vivió hace más de dos décadas. 

Magda Correa, hermana del docente asesinado.

"Disculpas que no sirven para nada"

En 2013, el DAS pidió perdón públicamente por el homicidio y confirmó la participación de Jorge Noguera, director del organismo en 2004 (condenado a 25 años de prisión por el crimen, pero dejado en libertad por buen comportamiento), y del líder paramilitar Rodrigo Tovar Pupo, alias 'Jorge 40'.

Dentro de las medidas de reparación dispuestas por el Consejo de Estado se encontraba la realización de una investigación con el nombre del profesor Correa De Andréis, cuyo tema central eran los derechos humanos y cual sería liderada por la Agencia Nacional de Defensa Jurídica.

Un legado vivo en la sociedad

Escultura en homenaje al sociólogo.

A pesar de la frustración con la justicia, Magda se consuela al ver el legado de su hermano vivo en la sociedad. La Universidad del Norte tiene un centro de estudios y una cátedra con su nombre, hay una estación de Transmetro, un monumento en el Parque Universal y hasta un colegio en su pueblo natal, Ciénaga, Magdalena.

Para Magda, estos reconocimientos son una forma de honrar a su hermano y su gran sacrificio. Su mensaje a las nuevas generaciones es claro: “Que por favor aprendan de Alfredo, que le permitan a los pelados conocer quién era ese personaje tan importante”.

Finalmente, hizo un llamado a las víctimas de Colombia: “El problema que domina es el miedo... Yo lo voy a seguir haciendo. Y yo le digo a todas esas personas, por favor, muéstrense, visibilícense, que la gente vea lo que a todo el mundo le está pasando”.

Su voz fue silenciada, pero sus ideales de justicia y paz siguen resonando con una fuerza inquebrantable. Hoy, ad portas de conmemorar el 21º aniversario de su asesinato, su familia, amigos y una sociedad que siguió sus ideales, honra la memoria de un hombre cuyo sacrificio lo convirtió en un símbolo de la resistencia civil.

Hoy, abrazar su recuerdo es un acto de compromiso para que su lucha no haya sido en vano y para que la verdad, por dolorosa que sea, ilumine el camino de un país que aún necesita sanar.

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