Un incidente que causó inquietud la noche del viernes en Cartagena, durante el desarrollo de la primera audiencia contra los cinco capturados por el asesinato del fiscal antimafia paraguayo, Marcelo Pecci Albertini, fue la supuesta amenaza que uno de los implicados habría lanzado contra el Juez 12 Penal Municipal que dirigía la diligencia.

El mismo Juez dejó constancia al final de la audiencia de que había sido amenazado por uno de los procesados a su llegada a la sala de audiencia.

Esto disparó las alarmas por la magnitud del caso que estaban manejando, y se determinó que había que aclarar las cosas, porque términos de esas características no podían ser echados en saco roto.

De hecho este lunes las diligencias de imputación de cargos y solicitud de medidas de aseguramientos, se hicieron de manera reservada, sin acceso al público ni a la prensa.

También se llevaron a cabo en lugares separados, de manera virtual, pues mientras los cinco retenidos permanecían en el llamado ‘bunker’ de la Fiscalía en el barrio Crespo de la ciudad Heroica, el Juez se encontraba en la sala de audiencias del Centro de Servicio Judiciales.

Para aclarar lo de la supuesta amenaza, inmediatamente se abrió una investigación con apoyo de cámaras de video y sistemas de audio, que finalmente aclararon que no hubo amenaza como tal, pero si un mensaje que podría ser considerado algo intimidante.

“No hubo una amenaza directa a jueces y fiscales del caso. Ahí lo que pasó fue que se hizo una conversación en la que el sicario refirió que personas muy influyentes, estaban detrás del crimen. Eso lo tomaron como amenaza directa jueces y oficiales de justicia, pero no es que el sicario amenazó directamente con matar”, aclaró a la radio guaraní el fiscal de Asuntos Internacionales de Paraguay, Manuel Doldán Breuer.

Es de anotar que por obvias razones en ese país del sur del continente, autoridades, medios y comunidad en general, siguen muy de cerca los detalles de la investigación por el asesinato de Pecci, y todo lo que sucede a su alrededor.

Por lo tanto tuvieron información de primera mano de lo sucedido el viernes en la sala de audiencias, lo cual sirvió para bajar la tensión a la información que estaba corriendo de boca en boca, y en Colombia comenzaba a crear desasosiego.