Una IPS del occidente de Bogotá que según una investigación de la Fiscalía General de la Nación parecía más un centro de tortura a pacientes con problemas sicológicos y de adicción que una institución de servicio, fue desmantelada con apoyo del CTI, psicólogos y psiquiatras forenses de la institución.

La cúpula directiva de la entidad supuestamente prestadora de salud fue capturada, y se liberaron a 35 pacientes, entre estos dos menores de edad, que venían siendo sometidos a todo tipo de vejámenes, de acuerdo con la investigación.

La IPS señaladas de las conductas criminales es de razón social “Resurgir a la vida”, y en los procedimientos de allanamiento y registro las autoridades encontraron un taser de voltaje, dinero en efectivo, computadores, las grabaciones de 28 cámaras de seguridad, bolsas con medicamentos y manillas para inmovilización.

Los pacientes llevados allí eran aislados y no se les permitía un mayor contacto con los familiares.

Una vez en el interior eran dopados o amarrados para impedir que ofrecieran resistencia.

No obstante, algunos lograron filtrar información de lo que ocurría y así llegó el caso a conocimiento de la Fiscalía.

Entre los hallazgos que sorprendieron a los investigadores en la siniestra IPS había una zona de las instalaciones denominada ‘pasillo azul’, sitio en el que ocurrían agresiones y torturas las cuales eran motivadas por el aparente incumplimiento de una tarea o instrucción, reportó la Fiscalía.

“En este espacio del inmueble, también les habrían restringido y controlado el acceso al baño para hacer sus necesidades, como otra forma de castigo”, recalcó la entidad en su informe.

En la investigación se constató también que las personas con sobrepeso eran aseguradas con cuerdas durante el almuerzo o la cena, para que observaran a los compañeros alimentarse, mientras a ellas no les suministraban comida.

Igualmente solicitaban ropa y elementos personales a los representantes de los pacientes allí recluidos, pero dichos artículos nunca eran entregados, agregó la Fiscalía.

Se conoció asimismo que en la sede de la IPS se presentaron brotes de varicela y picos de Covid-19, que no fueron atendidos oportunamente.

Todo este cúmulo de irregularidades hacen parte de las pruebas en poder de la Fiscalía.

Los directivos de “Resurgir a la vida” envueltos en esta investigación fueron identificados como Jairo Masmela García, representante legal y director de la IPS; Tiberio Azcárate, Álvaro Azcárate y Leonardo Casas, quienes recibieron medida de aseguramiento en centro carcelario.

La Fiscalía les imputó los delitos de tortura agravada con fines de castigo y discriminación, secuestro simple agravado, amenazas y concierto para delinquir.