José Elías Melo Acosta, expresidente de Corficolombiana, una de las empresas del Grupo Aval acusada en Estados Unidos de violar la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero, por lo que se vio obligada a pagar una sanción de 40 millones de dólares, expidió este martes un comunicado en el que busca aclarar su participación en todo este entramado de corrupción relacionado con la multinacional brasileñera de obras civiles, Odebrecht.

Sobre Melo recayó gran parte de la responsabilidad en toda esta confabulación de sobornos, que ahora trata de aclarar.

“Como presidente de Corficolombiana, nunca conocí o aprobé ningún acuerdo de soborno que hayan convenido ejecutivos de Odebrecht con funcionarios públicos colombianos para la aprobación de la adición del proyecto Ocaña-Gamarra, dentro del contrato de concesión de la Ruta del Sol, tramo II, y tampoco participé de ninguna manera en la ejecución de dichos acuerdos ilegales o facilitado mediar mediante mi influencia su ocultamiento”, precisó Melo en su escrito a los medios.

También señala: “Manifiesta el comunicado de prensa que emitieron las dos compañías, que esa asunción de responsabilidad se origina ‘en información obtenida por autoridades de los Estados Unidos, incluyendo evidencia testimonial de terceros relativas a acciones tomadas por un anterior ejecutivo de Corficolombiana’”.

El reporte sobre la decisión de las autoridades norteamericanas que se divulgó el jueves pasado, precisaba que “al menos 28 millones de dólares en pagos ilícitos se pagaron con el conocimiento, aprobación y asistencia del expresidente de Corficolombiana”. Melo asegura que no tuvo nada que ver con eso.

“Esta conclusión, en caso de referirse a José Elías Melo Acosta, no solamente no está probada en ninguna de las actuaciones procesales ocurridas durante estos años en Colombia, alrededor del proyecto Ruta del Sol, sino que entra en contradicción con numerosas pruebas aportadas en dichos procesos, donde se comprobó que los pagos irregulares detectados desde 2014 corresponden a la responsabilidad exclusiva de los funcionarios de Odebrecht”, sostiene el comunicado suscrito también Juan Carlos Prías, apoderado de Melo Acosta.

“Además, allí también se demostró el conocimiento, responsabilidad y autonomía de gestión que personas vinculadas con Grupo Aval y Corficolombiana, distintas de José Elías Melo, tenían de manera directa e independiente respecto de las decisiones financieras, operativas y contables, tanto de la Concesionaria Ruta del Sol II como del consorcio constructor Consol”, resume el escrito.

Las conclusiones de la SEC también aluden a “sobornos concedidos en la forma de contribuciones ilícitas a una campaña política”.

Sobre este detalle el expresidente de Corficolombiana sostuvo que jamás ha tenido que ver con la gestión de esa clase de apoyos a partidos o candidatos.

“La única prueba en mi contra dentro de los procesos adelantados en el país ha sido el falso testimonio de Luiz Bueno, funcionario de Odebrecht, quien manifestó haber puesto en mi conocimiento el soborno que le pagó esa empresa a Gabriel Ignacio García Morales en 2010, con fundamento en el cual he sido injustamente privado de la libertad ya varios años”, indica también el comunicado de Melo.

Como colofón, José Elías Melo Acosta rechazó  que se hayan realizado acuerdos con autoridades americanas en un proceso que no contó con su participación, la cual, según dice, “habría resultado clave en la valoración probatoria”, así como en las conclusiones.

“Por último, debo poner de presente que los acuerdos alcanzados por Grupo Aval o Corficolombiana implican decisiones que, sin ser fallos judiciales, adoptan esa apariencia, con lo cual afectan gravemente mi derecho de defensa dentro de los procesos que todavía se encuentran en curso en Colombia”.