Excongresista Tiberio Villarreal, acusado por la Fiscalía de la masacre de La Rochela
El político santandereano clama ser inocente y dice que se trata de un montaje y persecución.
El excongresista santandereano Tiberio Villareal Ramos fue acusado por la Fiscalía General de la Nación, a través de la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos, por su presunta responsabilidad en la masacre de La Rochela, ocurrida el 18 de enero de 1989.
La Fiscalía acusó exactamente a Villarreal Ramos de los delitos de homicidio y tentativa de homicidio agravado.
Para el ente acusador, con su injerencia en el entramado criminal el excongresista santandereano participó en la masacre de los servidores judiciales y de paso estuvo involucrado en la quema de todos los expedientes de la investigación penal que el Tribunal Superior distrito Judicial de San Gil adelantaba en su contra por los asesinatos y desapariciones de comerciantes de la región que estaban sucediendo desde hacía meses en Santander.
El día de la masacre, 12 de los 15 funcionarios de la Fiscalía de San Gil, Santander, viajaron a la región del Magdalena Medio para investigar la desaparición de 19 comerciantes de Ocaña.
Se dirigían al corregimiento La Rochela, en Simacota, Santander, cuando fueron emboscados y masacrados por el grupo paramilitar conocido como 'Los Macetos', que a su vez estaba aliado con hombres del narcotraficante Gonzalo Rodríguez Gacha, alias ‘El Mexicano’, y algunos miembros de la fuerza pública.
Sobre esta grave acusación Villarreal Ramos declaró en Blu Radio que ha presentado conforme a su legítimo derecho a la defensa todas las pruebas necesarias "para demostrar mi total y mi completa inocencia en ese caso".
Villarreal Ramos, exrepresentante a la Cámara por Santander, ha estado vinculado en este proceso desde hace años por el testimonio del comandante paramilitar Alonso de Jesús Baquero Agudelo, alias el ‘Negro Vladimir’, quien señaló al político como uno de los principales promotores del paramilitarismo en la región y que según él habría presionado para asesinar a los integrantes de la comisión judicial y desaparecer los expedientes que llevaban.
El excongresista dijo que respeta el criterio de la Fiscalía, pero no lo comparte, menos cuando hace un tiempo le llegó la comunicación en la que lo absolvían por el beneficio de la duda.
“Yo interpuse, a pesar de que era favorable para mí esa situación de absolución o preclusión, en el sentido preciso de que quedaba descartado de todo, pero fue con el beneficio de la duda que resolvió la Fiscalía hacerlo, y en consecuencia apelé y le dije a la Fiscalía que yo renunciaba al beneficio de la duda y que por lo tanto interpelaba, esa definición jurídica, y que estaba dispuesto a pagar cualquier pena de cárcel siendo inocente de un delito que yo no había cometido. Lo hice porque espero un fallo, pero de absolución total y no parcial con el beneficio de la duda”, agregó Villarreal Ramos.
En algunos apartes conocidos de las declaraciones de alias el ‘Negro Vladimir’ se lee: “Tiberio Villarreal manejaba directamente el grupo de autodefensas que hay en Rionegro (Santander), él también participó en la muerte de los jueces que iban a La Rochela (…) materialmente no participó, pero él fue el primero que empezó a presionar para detener esta comisión”.
El exrepresentante a la Cámara respondió: “Un solo testimonio es armado, es un rosario de mentiras.
La sala de casación de la Corte Suprema de Justicia, por unanimidad, se pronunció y determinó no darle credibilidad al testimonio ese de ‘Vladimir’ y devolvió el proceso a la Fiscalía.
Los testigos que cita ‘Vladimir’ todos están muertos, "incluso dice que me reuní con el doctor Julio César Turbay Ayala y con Gonzalo Rodríguez Gacha en Puerto Boyacá para coordinar la matanza de La Rochela, pero todo es mentira”.
Las víctimas fueron Mariela Morales Caro, Pablo Antonio Beltrán, Samuel Vargas, Gabriel Enrique Vesga, César Augusto Morales, Yul Germán Monroy, Carlos Fernando Castillo, Orlando Morales, Virgilio Hernández, Benhur Iván Guasca, Luis Orlando Hernández, Arnulfo Mejía.
El proceso judicial seguirá su curso y los familiares de las víctimas esperan que algún día se conozca la verdad sobre este hecho de sangre que completa 34 años de impunidad.
Finalmente la agencia fiscal concluye que la masacre de La Rochela no fue un hecho asilado y por el contrario es directamente vinculado al conflicto armado que vivía la zona azotada por la Autodefensas del Magdalena Medio y los bloques comandados por Henry Pérez.