Un ladrón quedó grabado en una cámara de seguridad de un restaurante, ubicado en la calle 47 con carrera 18, barrio Cevillar. 

El antisocial ingresó al local comercial, el pasado lunes en la tarde, hablando por celular y se sentó en una silla plástica.

Pasado unos minutos pidió prestado el baño y cuando intentaba abrir la puerta de este se percató de un celular que estaba en un estante para tomarlo sin que nadie se diera cuenta.

El ladrón ingresó al baño y allí dentro se escondió el celular para luego salir hablando por el teléfono móvil con que llegó al restaurante. 

Se conoció que el celular hurtado pertenecía a la empleada del lugar.

La mujer estaba en su primer día de trabajo  y le había costado 700 mil pesos el aparato.

Además, el celular estaba dentro de un estuche y allí tenía su cédula. La dueña del local aseguró que tras el hecho la empleada no fue más a trabajar por sentirse deprimida por lo ocurrido.