Las cuatros puñaladas que recibió Jairo Rafael Galindo fueron mortales. El hombre, de 52 años, fue asesinado dentro de su residencia en la calle 50 con carrera 16, barrio Cevillar en el suroccidente de Barranquilla.

Vecinos del sector alertaron a la Policía tras escuchar gritos dentro del inmueble. Cuando la patrulla llegó encontró dentro de la casa el cuerpo sin vida de Jairo Rafael, quien recibió una herida en el pecho, otra en su costado izquierdo, una más en una de sus muslos y otra en la espalda.

Las autoridades sindican del homicidio a un adolescente que residía con la víctima quien era su padrastro.

Galindo murió en el lugar de los hechos y el cuerpo fue llevado a las dependencias de Medicina Legal. El joven homicida se dio a la fuga