Ante empresarios del Atlántico, el director del Dane, Juan Daniel Oviedo, mostró una cruda realidad de los hogares en Barranquilla y el área metropolitana, en donde, como consecuencia de la pandemia, la incidencia de la pobreza extrema, se multiplicó por 2.6.

“Eso significa que si en promedio estábamos acostumbrados a ver a 4 personas en situación de pobreza extrema por cada 100, pasamos a 10 u 11”.

En pobreza extrema se incluye a la población que vive “inseguridad alimentaria” de acuerdo con los ingresos que llegan a los hogares, comparados con el costo de una canasta básica que le permita a cada persona alimentarse con 2.100 calorías al día.

Con estas premisas, ante la Corporación de Empresarios del Oriente del ya Atlántico, CEO, el director del Dane precisó que la incidencia de la pobreza extrema en Barranquilla y el área metropolitana tuvo un crecimiento por encima de otras ciudades como Cartagena, Neiva e Ibagué.

En el país, el incremento de la pobreza monetaria ha sido durante la pandemia del 6.8 por ciento en el país, y en Atlántico del 12 por ciento. Esto se traduce en decir que hay 200.000 personas más en pobreza extrema en el Atlántico entre 2019 y 2020.

Calidad del empleo de la reactivación

La reactivación del empleo que se está viendo en Barranquilla y en Soledad en los últimos meses, no necesariamente viene acompañada de una mejora en los ingresos de los hogares.

Así lo reveló en esta ciudad el director del Dane, Juan Daniel Oviedo quien señaló que incluso con el cambio de la encuesta, “la prevalencia de la informalidad en Barranquilla se confirmó”. 

Esa informalidad es del 57.6 por ciento en el último trimestre, lo que confirma que 6 de cada 10 personas que trabajan en Barranquilla y en Soledad, no tienen un contrato de trabajo y laboran independientemente o por cuenta propia.

Barranquilla y el área metropolitana registraron en enero de 2021 un total de 755.000 personas ocupadas y en enero de 2022, se llegó a un poco más de 834.000. 

Eso significa la recuperación de  casi 80.000 puestos de trabajo, de los cuales, “vemos 33.000 nuevos puestos de trabajo en las actividades de comercio, reparación de vehículos, tenemos 34.000 nuevos puestos de trabajo en transporte, casi todos informal, mototaxismo”.

En ese grupo, el Dane menciona también 23.000 nuevos puestos de trabajo en actividades profesionales, científicas  y apoyo administrativo. Allí está todo el equipo que trabaja en actividades de limpieza y mantenimiento por el retorno a  la presencialidad de las empresas. Otras 18.000 personas más están ocupadas en actividades artísticas, de entretenimiento, y en el servicio doméstico.

La explicación de menos ingresos en los hogares está dada, según el Dane, porque mientras en 2019, en Barranquilla una persona que trabajaba de manera independiente informal, en el comercio o reparación de vehículos se ganaba $721.000 pesos al mes, en 2021, esa misma persona apenas se ganó $662.000.

“Eso significa que la reactivación del empleo en una ciudad como Barranquilla y su área metropolitana no ha venido acompañada de estabilidad en los ingresos, incluso, un retroceso en los ingresos porque estamos viendo una reducción de casi $70.000 de remuneración promedio en las actividades de comercio”, aseguró.

En conclusión, según el director del Dane, “las personas están trabajando para ganar menos ingresos para poder adquirir las canastas alimentarias, los arriendos y pagar los servicios como la electricidad, lo cual genera una situación de estrés financiero, por lo que muchas personas han tomado la decisión de racionalizar sus gastos en alimentos”.