A doña Olga, inquilinos le habían robado el viernes $18.000 que tenía para la comida
Eunice Blanco, hija, pide justicia y que las autoridades indaguen sobre los responsables y verifiquen las cámaras de seguridad del sector.
La familia de doña Olga María Gómez clama justicia tras la muerte de la adulta mayor residente en Rebolo y quien fue encontrada en la tarde del domingo, sin vida y con signos de violencia en el cuerpo en su vivienda de la calle 17 con carrera 26, en el suroriente de Barranquilla.
Eunice Blanco Gómez, hija única de Olga María, exige a las autoridades de Policía analizar la información recopilada en la casa de su progenitora, a quien reconoció como fallecida el Día de la Madre.
“Este asesinato no puede quedar impune, necesito que la autoridad investigue las cámaras del sector”, señaló.
Tras ver el cuerpo sin vida de su madre, Eunice repite una y otra vez que su mamá “no se merecía esa muerte”.
Recopilando información de vecinos y según conversó con su mamá el pasado viernes, Eunice reafirma la versión de que fueron unos inquilinos a quienes su mamá le tenía arrendada una habitación, los que la mataron.
Entre esos inquilinos recuerda que “uno es venezolano”. Eran dos hombres y una mujer. Misteriosamente, ellos no aparecen. Los tres trabajan como recicladores y ocupaban una habitación.
Doña Olga le contó a Eunice, el último día que conversaron, que tenía problemas con esos tres inquilinos porque había transcurrido el primer mes de arriendo y no se lo habían pagado.
Además de no pagarle, el viernes le robaron $18.000 que ella tenía para comprar comida. Eso aumentó la inconformidad de doña Olga que le reclamaba a sus morosos inquilinos pues necesitaba dinero para pagar servicios y comprar alimentos.
Otro inquilino de doña Olga le contó a Eunice que al regresar de trabajar el sábado en la tarde encontró el portón abierto y sin candado pero no le prestó atención y él se acostó a dormir. Creyó que la propietaria de la casa ya estaba durmiendo. El domingo también se fue a trabajar y al regresar, igual notó la ausencia de la dueña de la casa y advirtió que los otros tres inquilinos tampoco estaban. Fue entonces cuando alertó a los vecinos y estos llegaron hasta Eunice.
“La maniataron, no le querían pagar un mes vencido” , se lamentó Eunice tras ver el cuerpo de su madre en Medicina Legal.