La Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) denunció el asesinato de tres mujeres líderes de esa comunidad en ataques perpetrados por desconocidos en los convulsos departamentos de Arauca (fronterizo con Venezuela) y Cauca (suroeste).

"Desde ONIC lamentamos y rechazamos el asesinato de una lideresa del Pueblo Makaguán de Arauca y dos lideresas Nasa en Suárez, Cauca", afirmó la entidad en su cuenta de Twitter.

La organización señaló que los ataques ocurrieron en la víspera de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer Indígena, si bien no detalló los responsables de los hechos.

En un comunicado, la asociación indígena detalló que Magdalena Cucubana, de 70 años, fue decapitada en la madrugada del martes en el municipio de Tame, en Arauca.

El ataque, que "enluta a los pueblos indígenas" de esa región, es considerado por los nativos como una "muestra clara de una política de exterminio hacia nuestros líderes y pueblos ancestrales".

"Exigimos a la Fiscalía General para que en un tiempo perentorio investigue y esclarezca este hecho criminal y dé con los autores intelectuales y materiales para que sean procesados con todo el peso y rigor de la ley", agregó la información.

De igual forma, la ONIC instó al Gobierno colombiano a que cumpla la "implementación del plan de salvaguarda" de los pueblos nativos.

En Arauca hacen presencia disidencias de las FARC y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que luchan por el dominio del territorio y el narcotráfico.

Por su parte, el asesinato de las indígenas en Cauca se suma a la ola de violencia que se vive en esa región del suroeste del país, donde el pasado lunes la política liberal Karina García Sierra, candidata a la Alcaldía de Suárez, fue asesinada junto a otras cinco personas y sus cuerpos incinerados.

Asimismo, la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode) denunció el martes que recibió amenazas contra sus dirigentes por parte de la banda criminal Águilas Negras, por lo que suspendió una caravana en defensa de la vida que había convocado para dirigirse al Cauca.

Esa región está sumida en una profunda crisis de seguridad por la presencia de disidencias de las FARC y del ELN, que se enfrentan entre sí y también con bandas criminales.

El Gobierno ha reforzado la presencia militar en la zona pero los enfrentamientos no han parado y la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) alertó en agosto pasado del confinamiento de 500 personas en varios puntos de Suárez.

Ese municipio es uno de los que más ha sufrido los embates del conflicto e incluso el 16 de agosto una delegación de la Misión de Apoyo al Proceso de Paz de la Organización de Estados Americanos (MAPP/OEA) y de la Defensoría del Pueblo quedó en medio de un ataque a la fuerza pública.

EFE