La madrugada de este jueves se presentó un nuevo caso de mala fortuna para los atracadores que intentan colarse a las casas mientras sus dueños están descansando o durmiendo.

Un joven intentó ingresar a una casa en el barrio La Inmaculada de Soledad para robarla, pero le quedó atrapado su brazo en una reja, pues al escuchar el sonido de la motocicleta de la patrulla de la Policía, perdió el equilibrio y quedó atorado en el lugar.

Durante varios minutos el hombre quedó atrapado y tuvo que esperar a la llegada del Cuerpo de rescatistas de los Bomberos para que liberaran su brazo.

Tras esto, fue capturado por las autoridades.

Hace pocos días otro delincuente pasó por una situación similar.

El caso ocurrió el pasado el 11 de septiembre, cuando al intentar irrumpir en una casa perdió el equilibrio y terminó ‘enchazado’ en la reja.