Aunque los mismos líderes de las barras del Junior han insistido que la práctica de viajar detrás de las tractomulas es mortal, algunos hinchas de forma independiente siguen arriesgando sus vidas de esa manera para ver jugar al equipo de sus amores fuera de Barranquilla.

Esta vez la víctima fue Dawin Estiven Mendoza Cantillo, de 18 años, quien el sábado en la noche se fue sin avisarle a su mamá para Santa Marta.

Su progenitora aseguró que él le dijo esa noche que iba para la casa de su abuela, pero cuando lo llamó a su celular a la medianoche le dijo la verdad que se había ido para Santa Marta para ver jugar al día siguiente al Junior frente a la Unión Magdalena en el estadio Sierra Nevada.

El joven, integrante de la barra 'Los Kuervos', logró adquirir la boleta para ingresar el estadio y tras culminar el partido emprendió el viaje de regreso a Barranquilla de la misma manera como se fue: Detrás colgado en una tractomula.

El barrista contó con tan mala suerte, que cuando iba por el kilómetro 27 de la Troncal del Caribe, cerca de Tasajera, el pesado vehículo realizó un giro que le hizo perder el equilibrio y cayó a la carretera. Otro automóvil que venía detrás terminó arrollándolo.

El hincha murió en el acto y la Policía de Carreteras de la Metropolitana de Santa Marta realizó la inspección del cuerpo y lo trasladó a la morgue de Ciénaga.

Dawin era fiel hincha del Junior desde los 8 años y residía con su familia en la carrera 5 número 50A-112, barrio El Santuario, en el suroccidente de Barranquilla.

Su cuerpo será traído en las próximas horas a Barranquilla para brindarle cristiana sepultura.