Cobradiario asesinado en Simón Bolívar, también era pensionado de la Policía
Fue atacado a bala cuando realizaba los cobros de su ruta.
Luz María Terán, madre de David Enrique Oliveros Terán, asesinado el domingo en el barrio Simón Bolívar, expresó entre lágrimas el dolor por la pérdida de su hijo, a quien recuerda como un hombre trabajador, solidario y entregado a su familia.
"Era buen padre, buen hijo, buen hermano. Él era el pilar de todo. Era todo para nosotros", dijo la mujer, quien no entiende quién pudo asesinar a su hijo, un hombre que, asegura, vivía para ayudar a los demás.
David, de 35 años de edad, trabajaba como cobradiario y había sido integrante de la Policía Nacional durante cinco años.
“Él estuvo en la Policía, trabajó y después por cuestiones de salud quedó pensionado. Sufría de hipertensión como yo. Ya después sacó una ruta de cobradiario y trabajaba en eso”, precisó la mamá de David.
Precisó que su hijo no era malo y que la plata que se ganaba era limpia.
“No sé si fue por envidia o por qué, pero no se metía con nadie. En diciembre salía a repartirle comida a los habitantes de calles. Era un hijo generoso y pendiente de nosotros todo el tiempo”, afirmó Luz María.
David era padre de tres hijos pequeños, de 2, 8 y 12 años. Vivía en el barrio La Chinita.
“No tenía mujer, no tenía problemas con nadie. Era alegre, bailador, siempre estaba compartiendo, pero nunca hacía daño”.
La señora Luz María también manifestó que que su hijo evitaba darle preocupaciones debido a su estado de salud.
“Él trataba de dedicarme todo lo bonito. Me cuidaba. Por eso no entiendo cómo alguien pudo quitarle la vida así”.
Finalmente, envió un mensaje al responsable del asesinato: “Lo único que le digo a esa persona es que le pida perdón a Dios. Porque yo ya lo perdoné. Mi hijo fue un buen padre, un buen hijo, un buen amigo, y todo lo que tuvo lo logró con trabajo. Y de la justicia de Dios nadie escapa”.