En días recientes la defensora del Pueblo, Iris Marín Ortiz, en una visita a Barranquilla, confirmó la injerencia de grupos transnacionales en la ciudad y parte del departamento como el ‘Cartel de Sinaloa’; el ‘Tren de Aragua’ y el ‘Cartel de los Balcanes’, entre otros de carácter más nacional y local como el ‘Clan del Golfo’, ‘Los Pepes’ y ‘Los Costeños’.

Ante este panorama de criminalidad internacional en el territorio, expertos consultados por Zona Cero aseguraron que la presencia de grupos como el ‘Cartel de Sinaloa’ podría implicar un mayor “control logístico, corrupción y brotes de violencia” alrededor del negocio del narcotráfico.  

Manifestaron que la representación de altos mandos de poder de estas estructuras en la ciudad no es un evento nuevo y por el contrario llevan años haciendo negocios y usando los puertos y las costas del departamento para despachar la droga hacia Estados Unidos y otros países.

La propia Defensoría del Pueblo ya había advertido, desde la Alerta Temprana 022-23, que en el Área Metropolitana de Barranquilla operan tanto estructuras locales como estructuras transnacionales como las ya mencionadas.

“La presencia de miembros de carteles y estructuras mafiosas extranjeras en la ciudad no es un fenómeno nuevo. Desde finales de los años ochenta, los marimberos guajiros utilizaron los puertos de la ciudad como plataforma de exportación de marihuana hacia los Estados Unidos. Posteriormente, desde mediados de los noventa, distintas estructuras criminales también emplearon los puertos y las costas del departamento para exportar clorhidrato de cocaína”, explicó Luis Trejos, profesor de la Universidad del Norte.

El analista sostuvo que ‘Los Mellizos’, Miguel Ángel y Víctor Manuel Mejía Múnera, narcotraficantes del norte del Valle, fueron los primeros en establecer negocios con los carteles mexicanos para exportar cocaína desde Barranquilla.

Desde ese momento hasta la actualidad, dijo, la ciudad ha sido utilizada como un “enclave para el narcotráfico internacional”.

“Basta revisar la prensa de los últimos años para evidenciar la cantidad de capos o narcotraficantes de otros países capturados en la ciudad”, anotó.

Trejos precisó que la presencia de estas organizaciones mafiosas no se manifiesta mediante la creación de estructuras armadas, sino a través de emisarios o representantes con poder de decisión que llegan a la ciudad para hacer negocios y a supervisar la exportación de droga.

Indicó que estos carteles hacen alianzas con grupos criminales nacionales, particularmente el ‘Clan del Golfo’, que les pueda proveer el clorhidrato de cocaína.

“En el caso de Barranquilla, la presencia del ‘Cartel de Sinaloa’ podría no incentivar directamente la violencia, pero sí la corrupción de agentes estatales, pues es necesario que algunos participen, de una u otra forma, en estos entramados para garantizar la impunidad y facilitar el movimiento de la droga tanto en la ciudad como en los puntos de exportación”, manifestó el analista consultado por Zona Cero.

Por otra parte, sostuvo que, si bien estas organizaciones “no están interesadas en iniciar ni participar en guerras”, si contratan a grupos locales para que les brinden servicios logísticos o de seguridad.

“Esto permite que los grupos locales cuenten con nuevas fuentes de financiamiento que mantienen activa su actividad criminal”, enfatizó.

Señaló que el ‘Cartel de Sinaloa’ llegó a ser una de las organizaciones criminales más grandes del mundo, sin embargo, sostuvo que hoy se encuentra dividido en dos facciones que se enfrentan entre sí, tras la captura de sus antiguos líderes: Joaquín Guzmán Loera, conocido como el ‘Chapo Guzmán’, e Ismael Zambada García, alias el ‘Mayo’.

“Blindar puertos y contenedores”

Alejandro Blanco, docente de la Universidad Libre de Barranquilla, aseguró que la presencia del ‘Cartel de Sinaloa’ en la ciudad significaría una injerencia comercial y operativa que reordena los incentivos y las rutas del narcotráfico.

Es decir, que la presencia de organizaciones transnacionales del crimen obedece más a una “dinámica logística que a una conquista territorial”.

“En Barranquilla no se está presenciando la toma de control de un cartel extranjero, sino una injerencia que reordena los negocios existentes. Los actores transnacionales tercerizan sus operaciones, mientras que los grupos locales, como ‘Los Costeños’ y ‘Los Pepes’, combinan actividades de microtráfico con la logística de exportación de cocaína”, explicó.

El experto sostuvo que esta situación desplaza el centro del riesgo hacia los puertos, el río, las bodegas y el transporte de carga en el Área Metropolitana de Barranquilla, en donde existe la tentación de contaminar contenedores.

“Aunque la tregua reciente (Costeños y Pepes) redujo la violencia visible, las fisuras internas entre las organizaciones podrían reactivar picos de violencia. Además, se ha advertido desplazamiento: baja el homicidio en la cabecera urbana, pero aumenta en las periferias, donde la presencia estatal es más débil”, anotó.

Blanco precisó que, para cerrarles el paso a estas dinámicas criminales, es necesario blindar los puertos y los contenedores mediante acciones de inteligencia y control coordinado.

“El Cartel de Sinaloa, una red transnacional con gran músculo logístico y dividida actualmente en dos facciones —los “Chapitos” y el “Mayo”—, mantiene poder sobre múltiples rutas del narcotráfico. Su presencia local podría implicar control logístico, corrupción y brotes de violencia si se rompen los acuerdos con los Costeños y los Pepes”, subrayó.

Dijo, además, que se hace necesario vigilar las rutas, las finanzas y las posibles disputas territoriales con otras estructuras internacionales que busquen ingresar a la ciudad.

“Alertas Tempranas: advertencias preventivas y no informes de inteligencia”

Janiel Melamed, experto en seguridad y docente de la Universidad del Norte, señaló que la posible injerencia de grupos transnacionales en la ciudad se advirtió por parte de la Defensoría del Pueblo desde el 2022.

Indicó que los informes emitidos en el Sistema de Alertas Tempranas (SAT) de la Defensoría del Pueblo, son documentos de “monitoreo, análisis y advertencia preventiva enfocados en la protección de derechos humanos y la prevención humanitaria en contextos de riesgo, como el conflicto armado, violencia social o amenazas a líderes y comunidades”.

Sus fuentes, dijo, son fundamentalmente civiles y comunitarias y su enfoque es esencialmente preventivo. Sin embargo, mencionó que estos documentos “no tienen el rango de informes de inteligencia que demuestren fehacientemente estos señalamientos”.

“Es una advertencia preventiva humanitaria para activar respuestas estatales en el marco de una realidad galopante de aumento de cultivos ilícitos en el territorio nacional con más de 250.000 hectáreas de hoja de coca cultivada en Colombia, según el más reciente informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito”, apuntó.