Este viernes Gabriel Enrique Donado Lafaurie fue cobijado con medida de aseguramiento en centro carcelario.

La Fiscalía 62 Especializada contra el Narcotráfico de La Guajira presentó en audiencias preliminares ante el Juez 16 Penal Municipal con control de Garantías de Barranquilla a Gabriel Enrique, quien fue capturado el día anterior dentro de una vivienda en el barrio Chiquinquirá de la capital de Atlántico con 400 kilos de cocaína y 48 armas de fuego y abundante munición. 

El juez legalizó su captura y el representante del ente acusador le imputó cargos de tráfico, porte de estupefacientes agravado en concurso heterogéneo con fabricación, porte de armas de fuego y destinación ilícita de muebles e inmuebles para almacenar estupefacientes, los cuales el hombre no aceptó.

La Fiscalía solicitó cárcel para el hombre argumentando que se constituye en un peligro para la sociedad teniendo en cuenta que existe inferencia razonable de autoría que la cantidad de droga hallada tiene un costo de 2.400 millones de pesos y las armas de unos 300 millones y dichas sumas son solo manejadas por grandes estructuras criminales, en donde presuntamente Gabriel haría parte para almacenar el estupefacientes y probablemente para entregarlo a un tercero que iba a distribuirlo en ‘ollas’ de vicio de Barranquilla.

El fiscal señaló que alrededor de 350 kilos de la droga estaban en panelas y bolsas dentro de cajas de icopor en una de las habitaciones y además otra parte ya estaba lista y distribuida en bolsas de un gramo dentro de un vehículo que estaba en la vivienda y que está a nombre de Gabriel. 

El fiscal precisó que cobijar con detención domiciliaria al imputado “es una medida claramente insuficiente, no tiene una vocación de éxito”.

Sobre las armas encontradas el fiscal señaló que se encontró incluso varias de ellas que ni siquiera son usadas por la Policía para cumplir su labor y que hay que tener en cuenta que existe una pugna de las bandas delincuenciales en la ciudad y que muy probablemente con esas sofisticadas armas se han podido cometer masacres, como las que han ocurrido recientemente en Barranquilla y su área metropolitana.

La vivienda donde estaba el hombre tenía alambres eléctricos alrededor en los muros con el fin de evitar que otra estructura criminal ingresara o la fuerza pública.

“Prácticamente era un pequeño búnker”, indicó el fiscal. 

 Otros detalles del operativo

Este viernes se conocieron otros pormenores del operativo realizado por la Policía Metropolitana y que ha sido uno de los golpes más certeros contra la banda ‘Los costeños’, al mando de Jorge Eliécer Díaz Collazos, alias ‘Castor’, a quien atribuye la Policía ser el dueño de la droga y las armas. 

La diligencia de allanamiento se realizó a las 6 de la mañana del jueves. Los investigadores tenían información precisa que en el inmueble había droga y armas, pero no tenían certeza de la cantidad. Una vez dentro los uniformados  encontraron en el inmueble a Gabriel Enrique Donado Lafaurie, quien ya estaba despierto al momento del allanamiento. 

El hombre no tenía ningún arma en sus manos y no se opuso a la detención. La Policía comenzó la búsqueda y rápidamente encontró en cajas de herramientas las armas que estaban ocultas. Fueron 33 pistolas de diferentes calibres, 14 revólveres, una escopeta y había un equipo denominado como ‘Kit Rony’, el cual sirve para convertir una pistola en un subfusil con el fin de incrementar la precisión de las balas disparadas.

También hallaron más de 700 cartuchos de diferentes calibres para pistolas, cinco chalecos antibalas, 17 proveedores y dos celulares. Todo un arsenal de guerra que tenía la organización criminal en este inmueble y que probablemente eran usados para cometer homicidios selectivos, intimidaciones para el pago de extorsión y otros delitos. 

Sin embargo, para sorpresa de las autoridades también hallaron 400 kilos de cocaína de alta pureza. La incautación más grande de droga, como indicó la Policía el día anterior, para abastecer las ‘ollas’ de vicio de la ciudad y su área metropolitana, donde el gramo de cocaína podría tener un costo de hasta 5 mil pesos. 

De igual manera, las autoridades hallaron stickers religiosos de la Sagrada Familia y alusivos al Carnaval, al parecer, para identificar los gramos de cocaína que se iban a distribuir en la ciudad. 

Al final el juez acogió la solicitud de medida de aseguramiento intremural en la cárcel Modelo de Barranquilla. Ante la petición del defensor, de trasladarlo a otro penal por medida de seguridad, el togado ordenó su reclusión en la Penitenciaría El Bosque.