10 días después de ser apuñalado durante riña, murió barrista de 'Los Kuervos'
Era miembro del ‘parche Kennedy’ de esa barra de Junior. En la clínica intentaron agredirlo.
Álvaro Guzmán Martínez, de 23 años, murió diez días después de resultar herido con una puñalada en su cuello en medio de una riña en el barrio Santa María.
El hecho ocurrió el domingo 10 de enero cuando se encontraba departiendo con varios amigos. En ese momento unos pandilleros se percataron de que el joven no era del barrio y llegaron a increparlo, generándose una riña: un joven pandillero le propinó una puñalada en el cuello.
Según sus familiares, Álvaro estaba en su casa y un amigo llegó a buscarlo para ir a tomar. Pese a tener el brazo fracturado por un accidente que le ocurrió en un viaje a Bogotá, se fue con su amigo.
"Ellos se fueron para la 8, y después se fue para Santa María a seguir departiendo. Cuando estaba allá, un grupo de pandilleros llegó a buscarle problemas. Nos dijeron que un menor de edad cogió un cuchillo y se lo pasó por el cuello", dijo un familiar.
Malherido fue auxiliado y trasladado al Hospital General de Barranquilla, y por su delicado estado de salud fue remitido a la clínica El Prado, y murió este miércoles por un paro cardiorrespiratorio.
Mientras estuvo en el Hospital Barranquilla, un joven de la pandilla ingresó y se hizo pasar por familiar para rematarlo pero no pudo cometer el hecho. Y cuando iba saliendo, un amigo de la víctima se percató y lo apuñaló.
Pasión por el Junior
Álvaro era miembro de La Banda Los Kuervos y hacía parte del ‘parche Kennedy’, sus amigos de barra lo conocían como 'Harry Kennedy', quien era un 'canchero' ya que acompañaba a Junior en cualquier estadio en el que jugará.
Su pasión la combinaba con su trabajo, debido a que tenía que sostener a su hijo de un año. Para ello se dedicaba a vender revistas de productos cosméticos.
El joven de 23 años residía en la carrera 11 con calle 74 del barrio Villa Angelita de Soledad.
Este sería el segundo barrista de Junior que ha muerto en menos de una semana después de ser apuñalado en medio de riña.