Temístocles Pulido y Argelino José Díaz Martínez, dos trabajadores informales del norte de Barranquilla, ubicaban sus ventas de arroz debajo del frondoso árbol que daba una gigante sombra en la calle 82 con carrera 52.

Los dos hombres no estaban este lunes en el lugar en donde se instalaban diariamente y se salvaron de ser aplastados por un frondoso árbol que cayó durante el fuerte aguacero que azotó a Barranquilla la mañana de este lunes.

Temístocles, por cuestiones de la lluvia, no llegó como de costumbre a las 12:00 del mediodía a la esquina donde vende comida desde hace 14 años. El retraso de hoy le permitió seguir viviendo para contar su historia.

“Gracias a Dios el agua sirvió, porque yo venía bajando para el punto, pero me estaba refugiando en otro lado. Cuando llego, veo el árbol caído justo en el lugar donde me paro todos los días. Es un milagro que no me pasara nada”, relató Temístocles a Zona Cero.

Pulido vive en el barrio Villa del Rosario y a diario recorre las calles con su venta ambulante para sostener a la familia grande que tiene: su esposa y siete hijos. Su producto, el popular “arroz de payaso” o “arroz de lisa”, es popular en la zona. 

Aseguro que la caída del árbol no solo representó un peligro, sino también una dificultad para continuar trabajando, ya que ese es el lugar donde la gente lo ubicaba todos los días.

“Vamos a ver si mañana la gente llega como siempre, o si me toca reubicarme”, comentó.

Argelino José Díaz Martínez, el otro vendedor, tiene el turno de la mañana y se encontraba debajo del árbol minutos antes de que este se viniera abajo.

El hombre se estaba refugiando por la lluvia debajo del techo de un edificio a pocos metros de donde ocurrieron los hechos. 

“Él estaba bajo el árbol, pero como empezó a llover se movió con el carrito. Argelino trabaja aquí por la mañana y el otro señor llega a mediodía. Ellos cambian de turno. Menos mal ninguno de los dos estaba debajo del palo”, contó Dominic Peley, quien también presenció la caída silencio del árbol. 

El joven, de nacionalidad venezolana, también resultó afectado, pues trabaja como domiciliario en la zona y acostumbraba a refugiarse bajo el árbol junto a seis compañeros mientras esperaban que les salieran los servicios. 

“Llevo cuatro años en este punto, ahora tendré que buscar otro lugar donde esperar”, dijo.

La caída del árbol también afectó a dos vehículos que se encontraban estacionados en el lugar, un poste de energía y varios cables electrónicos. 

Seis unidades del Cuerpo de Bomberos de Barranquilla llegaron al sitio y se apersonaron de la emergencia que por fortuna no dejó personas heridas.