El cierre de La Gran Noche de Guacherna no fue precisamente el mejor, por lo menos para los moradores del barrio Boston.

Después de apreciar el organizado desfile de los diferentes grupos folclóricos y cuando muchos elogiaban la manera como, sin contratiempos, pudieron disfrutar de una verdadera noche de colorido y folclor, fueron sorprendidos por una banda de vándalos que, subiendo por la carrera 43, arrasaban con todo con lo que se encontraban en su camino.

A su paso por la carrera 43 iban rompiendo botellas en plena vía pública y reventando las bolsas de basuras. Su actitud no era propiamente la de estar celebrando la Noche de Guacherna sino, por el contrario, generando problemas de orden público y pánico entre los habitantes.

Fue precisamente esto lo que motivó un llamado a la central de Policía desde donde fue destacado un grupo de motorizados.  La respuesta de los vándalos fue la enfrentarse a botellas y piedras con los agentes del orden.

Ello obligó al desplazamiento del Grupo Esmad, contra el cual también se enfrentaron, a piedras y botellas, en la carrera 43 con calles 67, 68, 69 y 70.

“Todos los años es el mismo cuento con estos vándalos”, comentó un vecino del sector al ver el reguero de vidrios y basuras sobre toda la carrera 43. Algo similar cuando algunas verbenas funcionaban en el bulevar de El Recreo y al final sucedía lo mismo.

Policías y Esmad asumieron el control de la zona, pero con la actitud desafiante de los vándalos que continuaban tirando botellas, piedras y toda clase de objeto, hasta que finalmente se dispersaron.

El hecho, ajeno al verdadero desfile de Guacherna, resulta preocupante por la cantidad de vándalos que, al igual que sucede con los partidos del Junior, provocan disturbios con claros objetivos delincuenciales.